Carlos Chiyoteru Hiraoka nunca pensó que su apellido iba a ser nombrado por miles de familias como referente del rubro de electrodomésticos. Para su hijo, Carlos Hiraoka Torres, fue más que un emprendedor, un visionario. Para llegar a esa conclusión se basa en que por la década de los 50 ya aplicaba las técnicas de marketing moderno.
"Mi padre no hacía distinciones entre ningún cliente, para él todos eran iguales, siempre daba la mejor atención y servicio", relata el gerente general de Importaciones Hiraoka, mientras hace una semblanza del legado de su padre.
¿Su principal virtud para alcanzar el éxito en el negocio? Hiraoka Torres considera que es la confianza, la misma que su padre siempre tuvo con todos sus clientes poniendo, nuevamente de manifiesto, su visión.
"Daba créditos sin intereses para la compra de los productos y siempre entregaba un regalo, y la gente iba puntualmente a pagarle", comenta recordando los inicios de su padre en su local de Huanta en Ayacucho, durante su presentación en el Foro Económico Perú-Japón en su XIII Reunión Bilateral de Cepeja.
En busca de un horizonte
Pero antes de tener ese local, Hiraoka no la vio fácil. Su llegada al puerto del Callao fue en 1933; estuvo unos años en Perú, pero tuvo que afrontar los costos de la inmigración y retornó a Japón.
Pero nada lo detuvo y retornó; en este segundo intento Huanta (Ayacucho) lo esperaba y en ese pequeño pueblo empezó a trabajar en uno y mil oficios hasta que tomó nota de un anuncio de la comunidad nikkei y entró a trabajar a la tienda de otro inmigrante japonés, Isikawa, como dependiente.
Al mismo tiempo conocía a su compañera de vida, Rosa Torres, huantina con la que se casó "a las 5 am" y que lo ayudó a crecer.
Isikawa decide cerrar el local impactado por los estragos de la segunda guerra mundial. Con su liquidación, mitad en productos y mitad en dinero abre su primera tienda de 20 m2 en Huanta.
"La cordialidad fue básica para fidelizar a sus clientes y lo llevó a ampliar el negocio trasladándose al costado de la Catedral de Huanta. Con sus ahorros construye una gran casa y ahí nace Casa Hiraoka, pero era tiempo de seguir creciendo y decidió conquistar Lima", recuerda Carlos Hiraoka Torres, quien, al igual que sus hermanos, algunos en el colegio, mezclaban sus tareas escolares atendiendo detrás del mostrador.
Pero Lima no fue fácil. Como todo negocio que empieza, Importaciones Hiraoka tuvo que cambiar hasta en tres ocasiones de rubro, pasando por ropa deportiva y artículos de escritorio y librería.
"Incluso tuvimos que alquilar varios pisos del local que hasta hoy funciona en el Centro de Lima (avenida Abancay)", dice Hiraoka. Pero en los electrodomésticos encontraron el negocio perfecto.
"Si algo no funciona se tiene que mejorar y si el problema persiste hay que cambiarlo, por eso nos hemos guiado. Un negocio que no innova no crece, y en Hiraoka no escatimamos esfuerzos para crecer no solo de manera física sin dejar de lado la atención al cliente que es nuestro pilar", sostiene Hiraoka, quien dice contar con más de 1,000 trabajadores en todas sus áreas.
Para ellos, una de las claves del éxito de Hiraoka es que el cliente tenga en el mejor tiempo posible su producto para mejorar su calidad de vida.
Planes y generaciones
Hoy la segunda generación de la familia Hiraoka es la que está al mando de la empresa, y Carlos Hiraoka Torres, dice que viene mucho más por trabajar.
Uno de sus cambios es su ingreso al canal online (Gestión 06.11.2019) del cual dice, en el corto plazo debería representar el 10% de sus ventas totales. Un aliado para crecer en general es la fuerza de su marca propia, Miray, de la que se preocupan tenga líneas completas de producto.
"Con los años ha ido ganando espacio y ya debe representar el 8% o 10% de nuestras ventas", dice Hiraoka.
Para el ejecutivo, la clave del éxito para permanecer por años y hacer frente a la competencia de las tiendas por departamento no pasa por un precio sino por la confianza que han logrado en el consumidor.
"La publicidad de boca en boca es un aliado. Es una marca que se ha fortalecida por el manejo de la familia al escoger buenos productos y sobre todo, el respaldo de un servicio técnico", refiere.
Expansión
Sobre sus próximas tiendas dice que estas aún se verán en el mediano plazo; nada está definido y explica la razón por la que no han entrado a malls.
"Tenemos nuestra propia política de apertura y cierre de local, que un mall no lo permite y vamos por locales propios", refiere Hiraoka, tras recordar que a la fecha cuentan con cuatro locales, los más grandes los de Miraflores e Independencia, y por el momento no ven ampliaciones.
Los próximos proyectos, es decir, las nuevas tiendas y un eventual ingreso a provincias ya se lo dejan a la tercera generación.
“La segunda generación se sigue formando y viene la tercera. No es fácil, no todos están dispuestos a trabajar en la empresa familiar” dice Hiraoka, quien sostiene que ven con buenos ojos el ingreso de un director independiente.