Redacción Gestión

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Shangai (Reuters).- Apple tiene más tiendas de venta al público en Pennsylvania que en toda China, donde gana un quinto de sus ingresos, pero su lento ritmo de expansión podría costarle a la firma algo más que sólo ventas.

Las seis tiendas de Apple en la Gran China están constantemente atestadas, y los consumidores usualmente esperan en largas filas para reparar sus iPhones. Los revendedores son conocidos por acampar en las afueras de los comercios para ser así los primeros de la fila en conseguir nuevos productos, los cuales revenden por sustanciosas ganancias.

En el 2010, Ron Johnson, en ese entonces jefe del área minoristas de Apple, anticipó que la compañía tendría 25 tiendas en China este año.

"Ciertamente hay más demanda de la que Apple puede atender con su sello actualmente", dijo Torsten Stocker, socio de la firma de estrategia de negocios Monitor Group.

Fanáticos de la manzanaEl clamor por los productos de Apple ha engendrado un bullicioso mercado negro donde revendedores no autorizados trafican productos de contrabando. Las tiendas de imitaciones deApple han emergido en pequeñas ciudades.

El frenesí de Apple se intensificará ahora que la compañía ha acordado pagar a Proview Tecnology (de Shenzhen) 60 millones de dólares para lograr un arreglo por un pleito judicial en torno a la marca iPad, liberándola para que pueda vender su último computador tablet.

Apple tiene dos tiendas al público en Beijing, tres en Shanghai, y una en Hong Kong. Funcionarios del gobierno chino dijeron el mes pasado que la compañía pretende abrir dos nuevos puntos de venta en las grandes ciudades de Chengdu y Shenzhen.

En Pennsylvania, un estado norteamericano con una población de 12.7 millones de personas, Apple tiene ocho locales, incluidos tres sólo en la ciudad de Pittsburgh. La población de China es de 1,300 millones de personas.

Apple se abstuvo de hacer comentarios sobre esta nota.

El problemaLa escasez de tiendas de venta al público y de revendedores autorizados aumenta el espacio para el ingreso de revendedores sin licencia.

Las malas experiencias de los consumidores en estas tiendas son comunes y corren el riesgo de erosionar la confianza en los productos de Apple, dijo David Wolf, ejecutivo jefe la firma consultora de Beijing Wolf Group Asia.

Si Apple no expande su cadena de tiendas y de revendedores autorizados, "no sólo perderá ventas en el corto plazo, sino que también pone en peligro la sustentabilidad de su éxito en China", dijo.

En China, los productos de Apple también se pueden comprar por internet, pero muchos consumidores prefieren adquirir sus equipos en las tiendas después de probar el producto.

En octubre pasado, el presidente de finanzas de Apple, Peter Oppenheimer, dijo que las sucursales chinas eran las de mayor tráfico y se incluían entre las tiendas que dejan mayores retornos para la compañía.

La demanda por nuevos productos Apple es tan alta que a principios de este año los revendedores hacían fila por las noches en las afueras de sus tiendas en Beijing para conseguir la última versión del iPhone 4, pero terminaron arrojándole huevos después de que Apple decidiera no vender el teléfono en las tiendas debido a asuntos de seguridad.

"Hay complicaciones acerca de la apertura de tiendas en China que no se tienen en los países de Occidente", dijo Andrew Milroy, vicepresidente de ICT Research para el Asia Pacífico en Frost & Sullivan en Singapur.