Ilusión, música, malabarismos y acrobacias son algunos ingredientes que hacen a La Tarumba uno de los espectáculos artísticos más reconocidos en el Perú. El actual contexto de la pandemia ha significado un fuerte golpe económico al permanecer cerrados por más de siete meses. Hoy el principal desafío es llevar lo mejor de sus shows presenciales al mundo digital y continuar regalando entretenimiento a grandes y chicos de la misma forma, para que no pierdan la sonrisa en esta difícil situación.
Estela Paredes, directora de gestión y desarrollo de La Tarumba, contó a Gestión.pe, lo difícil que ha sido para ellos mantenerse en los últimos meses debido al impacto económico provocado por la pandemia del COVID-19 que generó el cierre de todo el sector entretenimiento. “Cuando nos dimos cuenta de la situación tuvimos que alinear estrategias para ‘mantenernos vivos’, que es nuestro principal propósito ahora”, menciona.
A fin de evitar el colapso económico, La Tarumba tuvo que reducir sus costos a la mínima expresión y destinar todos los ingresos al pago de planillas y materiales. Una de las medidas más drásticas fue el cierre de dos espacios, un depósito y otro destinado a realizar talleres, ubicado en La Molina. A pesar de ello, los demás se mantienen intactos.
"La carpa que tenemos en Plaza Lima Sur, en Chorrillos permanecerá todo el año gracias a un convenio con Cencosud. Asimismo, contamos con un espacio en el Centro Comercial Camacho donde hacíamos talleres para niños”, cuenta.
La Tarumba también logró mantener sus locales de Miraflores. Ahí se encuentra “La Casona”, lugar en el que se graban las actuaciones que se difunden después a través de medios digitales.
Otra estrategia fue proyectar un flujo de dinero a largo plazo (tres años). La ejecutiva señala que en la reducción de costos también protegieron la inversión destinada a la producción de la temporada de circo.
“Fue fatal no contar con la temporada de circo porque representa el 85% de nuestro ingreso y permite La Tarumba operar todo el año, pagar planillas y subvencionar el programa social “Cuerda Firme”, que destinado a jóvenes”, precisa.
Por otra parte y a fin de obtener liquidez, la compañía apeló al fondo Reactiva Perú, al cual les fue difícil acceder, según Paredes. “Dos bancos con los que habíamos trabajado desde la existencia del circo nos cerraron las puertas. Pero aún así, encontramos la apertura en otro, que a partir del flujo que hicimos en 3 años, pudieron confiar en nosotros”.
Afirma además que con este flujo serán muy cautelosos, eficientes y disciplinados para poder llegar al año 2023, en el cual estiman recuperarán los niveles previos a la pandemia.
Estrategias
Paredes narra que después de tomar en cuenta la situación difícil en la que se encontraban, tomaron la decisión de llevar los espectáculos a los canales digitales. Así nació el taller para niños llamado “Tarumbeando en Casa” en el cual los menores pueden realizar actividades recreativas.
De igual manera, han realizado espectáculos virtuales que les ha permitido llegar no solo a su público más fiel, sino expandirse a otras provincias. Incluso, su show es visto desde Chile, Bolivia y Ecuador.
“Al inicio colocamos videos seleccionando números o partes de espectáculos para tener un contenido más familiar y que levante el ánimo a nuestro público. Ahora los artistas están entrenando y grabando nuevas creaciones para la cartelera del espectáculo", dice.
De esta forma, La Tarumba presentará en diciembre “Relatos”, un espectáculo que se centrará en el Perú y en el actual contexto que se vive. Esta puesta en escena se realizará gracias al apoyo económico que recibió del Ministerio de Cultura en el marco del Decreto de Urgencia 058.
“La grabación de “Relatos” será en la Casona porque es necesario tener las herramientas, la iluminación del circo. Hemos podido abrir los centros culturales y desde hace dos semanas nos estamos preparando”, especifica Paredes.
Los precios de los talleres y shows online son menores en 30% a lo que eran los presenciales. Las ganancias se destinan a pagar lo básico.
“Estamos cubriendo el pago de profesores, de los materiales, del costo la infraestructura para armar los talleres. Es realmente satisfactorio poder seguir trabajando y seguir manteniendo a La Tarumba y al público que nos sigue. En estos módulos que hemos hecho, de tres meses cada uno, hemos cumplido la expectativa y con el espectáculo de Fiestas Patrias, también”, asegura.
Mascarillas
Las mascarillas se han convertido en un accesorio indispensable en la llamada nueva normalidad a fin de evitar contagios del coronavirus. Diversos comercios se han sumado a su venta, y La Tarumba no es la excepción.
A través de la empresa Coppermask, que se encargará de la elaboración, distribución y venta general de las mascarillas, La Tarumba venderá su propia línea de mascarillas.
“Hicimos un estudio de mercado de mascarillas y creemos que debemos llegar con la calidad que siempre ofrecemos. Vimos conveniente que Coppermask era la más adecuada para cumplir con los estándares. Las ganancias serán para generar ingresos a la planilla", explica.