Pese a que la minería fue una de las actividades cuya producción se pudo recuperar de manera más rápida que otras, en medio de la pandemia, no quita el hecho de que se haya visto afectada, y con ello también parte de la actividad de sus socios o proveedores.
Ferreycorp refirió que la mitad de su operación se dedica a la minería, aunque también se dedica a la construcción y la agricultura. Así, gestionaron una comunicación permanente con sus clientes, y hacia el mes de setiembre, en las operaciones con las que trabaja en minería de tajo abierto y cementeras ya se habían recuperado a niveles de entre 60% y 80%, indicaron.
Mientras que, hacia octubre, ambos tipos de operaciones, sumados a minería subterránea, construcción general y contratistas mineros, ya estarían en niveles por encima del 80%, estimó Patricia Gastelumendi, CFO de Ferreycorp durante el webinar ‘Los CFO y el covid-19: impacto, perspectivas y oportunidades’, organizado por El Dorado Investments.
Equipos de minería y construcción
Respecto a la operatividad de flota de gran minería, recordó que en marzo esta cayó a niveles cercanos al 40%. Por otro lado, en cuando a la operatividad de construcción pesada, medida por horas trabajadas acumuladas al mes, los niveles cayeron a 17% en mayo.
“En julio, la gran minería estuvo al 70%, y en setiembre debe haber llegado al 80%”, comentó la ejecutiva.
Gastelumendi también comentó que hoy, en todas las subsidiarias de la compañía, el e-commerce es el día a día. Además, todo el back office de la empresa se encuentra en trabajo remoto, aunque las operaciones en minas, talleres y almacenes continúan.
Manejo financiero
Para poder garantizar la continuidad del negocio, la compañía activó algunas medidas. Una de ellas relacionada a la reducción de gastos operativos, por cerca de S/100 millones, lo que implicó un compromiso con los inversionistas.
Otra medida giró en torno al manejo prudente de los recursos, en parte, por la volatilidad de las tasas de interés. En esa línea, activaron las líneas bancarias que tenían disponibles.
“El directorio tomó la decisión de tomar la deuda, de pagar el gasto financiero, pero era nuestra póliza de seguro para enfrentar los siguientes meses ante la incertidumbre. Las operaciones de tajo abierto no pararon; no obstante, las bajo tierra sí tuvieron una mayor parada”, dijo.
Comentó que si bien hubo retraso con proyectos menores y la construcción demora en su reactivación, la minería permitió un trabajo adecuado para poder devolver la deuda adquirida.