WUF logró a través de su comunidad que se apruebe la “Ley Cuatro Patas” en el Poder Legislativo, norma que declara la esterilización de perros y gatos callejeros un asunto de salud pública (Foto: Archivo GEC)
WUF logró a través de su comunidad que se apruebe la “Ley Cuatro Patas” en el Poder Legislativo, norma que declara la esterilización de perros y gatos callejeros un asunto de salud pública (Foto: Archivo GEC)

Mariana Castillo Celis

Movimiento Lucha

En el programa del miércoles pasado de “La Nueva Empresa”, Carla Grados, Aldo Ferrini, y Giácomo Hoyos, co-fundadores de Lucha, plantearon la importancia de crear empresas sociales de impacto y la motivación detrás de Lucha Startup Studio.

“La Nueva Empresa” es el espacio de capitalismo consciente de Lucha y la marca Gestión, que es difundido en redes sociales todos los días miércoles desde las 4 pm. En esta oportunidad, el programa, en su décima edición, realizó una revisión de los proyectos tratados en las nueve ediciones anteriores, haciendo énfasis en los indicadores de impacto y en el financiamiento de los emprendimientos.

A diferencia de las empresas tradicionales, las empresas de impacto tienen como punto de partida las problemáticas sociales. “Este tipo de empresas nacen con el propósito de cambiar el status quo de una realidad que usualmente afecta a una población vulnerable o que puede mejorar radicalmente la calidad de vida de una población”, afirma Carla Grados.

No obstante, hace hincapié en que la medición del impacto debería ser primordial para todas las empresas, pues independientemente de que sean sociales o no, estas generan impacto en el medio ambiente, la sociedad y el gobierno.

Ante ello, Aldo Ferrini, también gerente general de AFP Integra, explica que Lucha es un proyecto de largo alcance que debe demostrar en el camino que se puede poner sobre la mesa emprendimientos sostenibles de impacto de manera consistente.

Por este motivo, la metodología que utilizan para conseguir financiamiento se basa en hitos que evidencien el impacto social y económico que están generando tanto para los shareholders como stakeholders de cada empresa. En ese sentido, Giácomo Hoyos, líder de Operaciones de Lucha, resalta que la experiencia y el compromiso de Ferrini con las causas sociales los ha ayudado a encontrar el punto medio de lo que debería financiar vs lo que van logrando. “Nos ha ayudado a asegurar que la ambición que tenemos esté evidenciada por logros de crecimiento o impacto y no solo por algo especulativo”, agrega.

Influencia de Mambo

Lucha Startup Studio nació desde Mambo, consultora de transformación que sirvió de punto de partida para Lucha. Hoyos destaca que en Mambo aprendió cómo diseñar soluciones innovadoras a partir de un proceso muy empático y de exploración.

A su vez, Grados expresa su admiración por la cultura de equipo que existe dentro de esta consultora. “Una de las cosas más difíciles en las empresas de impacto es conseguir talento que usualmente está buscando iniciar una carrera con un pago mucho más alto; lo que ha logrado Mambo es que la cultura sea tan potente y tan fuerte que está por encima muchas veces de esto”.

Añade que se ha logrado que las personas estén más motivadas por el propósito y enfoquen sus esfuerzos a este para ir escalando en su desarrollo profesional y personal y esto se ha trasladado a Lucha.

Por último, los tres co-fundadores comentan que Lucha busca influir en el sector privado y el sector público. Hoyos expresa que llegarán a ser competidores de las grandes empresas tradicionales o trabajar de la mano con ellas, lo cual las hará cuestionarse. Es decir, buscan ser referentes para que estas empresas tradicionales se vean motivadas a transformar sus prácticas y puedan también contribuir a construir una sociedad más justa y sostenible.

Empresas de impacto

Por su parte, Grados menciona que las empresas de impacto tienen un doble objetivo: de negocio y de política pública; puesto que lo que está haciendo la empresa es cubrir un espacio que, por el momento, el Estado no está interviniendo por diferentes razones. En ese sentido, explica que una empresa social vincula su modelo de negocio a su modelo de impacto permitiendo que resolver esa problemática sea rentable.

“Si la empresa puede trabajar de la mano con el Estado para volver ese proyecto en una política que permita cambiar esa realidad, es que la organización está generando impacto a escala nacional”, afirma. En el caso de Lucha se tiene de ejemplo a WUF que logró la promulgación de la Ley Cuatro Patas, relacionada a la esterilización de perros y gatos, como parte de la política de salud pública.

Sobre ello, Ferrini expresa su admiración en la capacidad que tienen las empresas de Lucha para llegar al Estado y resalta el rol fundamental que también tienen las empresas tradicionales en ello. “A mi me encantaría que empresas grandes puedan reconstruir esa credibilidad que se ha perdido porque en el fondo también desean contribuir en generar impacto a través de políticas públicas, pero lamentablemente se ha roto esa relación estado-empresa”, comenta.

Emprendimientos

Hasta el momento, Lucha cuenta con empresas y proyectos en marcha que giran en torno a este objetivo y que han sido tratados en “La Nueva Empresa”, en el transcurso de nueve semanas consecutivas. Las iniciativas son los siguientes:

Juntas: es una empresa social que acompaña el crecimiento saludable de niñas y adolescentes peruanas a través de la educación sexual integral (ESI). Actualmente, tienen productos de educación sexual integral como el juego “Preguntones” y el libro digital “ESI en casa” y se encuentran piloteando una nueva marca de normalización de la menstruación y productos de salud menstrual.

Juana: empresa social que busca erradicar el estigma alrededor del cannabis para maximizar el bienestar que puede traer esta planta a través de su comercialización, ha desarrollado productos de cannabis y cáñamo como los goteros de CBD, ropa de fibra de cáñamo y semillas de cáñamo para complementar la alimentación. Su plan a futuro es producir su propio cannabis para sumarse también a la lucha medioambiental y la inclusión económica de agricultores con un cultivo sostenible.

EMA (Escuela Mambera): es una escuela de aprendizaje que, desde las formas y filosofía de transformación, busca cambiar el comportamiento de las personas para brindar felicidad, y lograr un balance a sus vidas permitiéndoles amplificar su impacto en la sociedad. Su programa “Vive con propósito” ha tenido dos temporadas exitosas, además de los programas ofrecidos a empresas para despertar a los agentes de transformación entre sus colaboradores.

WUF: organización que diseña y opera proyectos comerciales que sostienen actividades de adopción, esterilización, educación y legislación para que los perros estén mejor, logró a través de su comunidad que se apruebe la “Ley Cuatro Patas”, que declara la esterilización de perros y gatos callejeros un asunto de salud pública. A través de su marketplace para mascotas Wufmart, venden productos de calidad para mascotas y levantan fondos para la ayuda a los animales de la calle.

KarenShwarz.pe: la más reciente empresa de Lucha. Busca luchar contra la violencia de género a través del empoderamiento femenino mediante sus productos, operaciones e iniciativas de ESI. Ha tenido un primer piloto exitoso con la venta de ropa interior sin costuras, y se encuentra diseñando la estrategia de impacto para lograr un cambio verdadero en la vida de las mujeres.

Migrante: proyecto que busca hacer frente a la xenofobia que sufren los migrantes venezolanos en el país a través de la inclusión social, se encuentra en etapa de diseño y está evaluando opciones de inclusión laboral, financiera y de salud.

Proyecto Verde: busca combatir el cambio climático a través de reforestación y la conservación de bosques, y se encuentra en la etapa de investigación y reporte de oportunidades, para luego pasar a construir un equipo que lidere una empresa de reforestación.