A coach bus travels towards the Diamond Princess cruise ship, operated by Carnival Corp., docked at dusk in Yokohama, Japan, on Sunday, Feb. 16, 2020. Aircraft chartered by the U.S. State Department are to arrive Sunday in Japan to evacuate about 400 citizens from the Diamond Princess. Photographer: Toru Hanai/Bloomberg
A coach bus travels towards the Diamond Princess cruise ship, operated by Carnival Corp., docked at dusk in Yokohama, Japan, on Sunday, Feb. 16, 2020. Aircraft chartered by the U.S. State Department are to arrive Sunday in Japan to evacuate about 400 citizens from the Diamond Princess. Photographer: Toru Hanai/Bloomberg

¿Será posible embarcarse en un crucero en agosto? El sector sigue esperando reactivarse en este mes clave de la temporada en el hemisferio norte, pero ante el cierre de puertos y nuevas restricciones sanitarias, salir a flote se anuncia complicado.

El Mediterráneo concentraba muchas expectativas debido a la relativa situación estable de la pandemia en Europa a principios de verano. La reapertura de los seis principales puerto griegos el 1 de agosto resonaba como la sirena de un barco a punto de zarpar.

Pero el lunes, el número uno del sector, Carnival Cruise Line decidió, ante la falta de luz verde de Italia, aplazar sus primeros viajes que estaban previstos esta semana.

El mismo día, el armador noruego Hurtigruten suspendió sus cruceros de expedición tras descubrir decenas de casos de nuevo coronavirus en uno de sus navíos.

Y Noruega impuso restricciones a los cruceros a lo largo de sus costas.

Pero Costa Cruceros y MSC Cruceros, los dos principales armadores en Europa, no se rinden.

Estamos preparados, hemos trabajado muy duro”, afirmó el martes el dirigente de MSC Cruceros, Gianni Onorato, durante la presentación de sus nuevos protocolos sanitarios.

Estamos esperando la luz verde de las autoridades italianas”, añadió, y dijo que esperaba poder anunciar “una muy buena noticia en unos días”.

Preguntado por la AFP, Costa Cruceros, marca de Carnival, dijo por su parte que “trabaja en la planificación de la reactivación progresiva de sus cruceros, cuando el Estado de la bandera y las autoridades de los destinos indiquen que es posible hacerlo”.

Respuesta sanitaria

Las pocas señales que se vislumbran se inclinan más hacia la segunda quincena, incluso la última semana, de agosto”, declaró Erminio Eschena, presidente de Clia France, la asociación que reagrupa a los principales armadores.

Mientras, las compañías trabajaron sin descanso en los protocolos sanitarios, publicados a principios de la semana.

Los cruceros han tratado de anticipar cada detalle con controles repetidos, tanto a la tripulación como a los pasajeros, y equipos médicos reforzados.

Se vigila el estado de salud con controles de temperatura diarios y con pruebas de diagnóstico realizadas cada mes a todos los miembros de la tripulación”, explica Costa Cruceros.

La distancia física será posible gracias a la reducción de un 70% en la capacidad global de pasajeros a bordo” y “los eventos de entretenimiento han sido repensados para crear grupos más pequeños”, detalla por su parte MSC Cruceros.

Las medidas adoptadas van más allá de las recomendaciones de instancias como la OMS o la UE”, considera Eschena.

“Riesgo evidente”

Ante el nuevo coronavirus, más proclive a propagarse en espacios cerrados, hay que convencer a las autoridades nacionales más temerosas.

Este sector presenta un riesgo evidente. Y afecta más bien a un público de personas mayores, los más frágiles”, señala Didier Arino, director general de la firma especializada Protourisme.

"Para este sector es difícil imaginar una verdadera reanudación mientras no haya una vacuna", precisa.

Resulta difícil olvidar el episodio del “Diamond Princess” y sus 4,000 personas a bordo, que estuvieron en cuarentena todo febrero en la costa de Japón, con un número de contagios que alcanzó los 700.

Más allá de las compañías, “es toda una red de proveedores y de territorios privados de beneficios económicos los que lo sufren”, continúa Arino. Por ejemplo, de enero a junio, el número de cruceros recibidos en Marsella (sur de Francia) se redujo 84% respecto al año pasado.