Redacción Gestión

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San Francisco/Sao Paulo (Reuters).- Uno de los primeros inversores de Facebook puso su atención en el atractivo y prometedor mercado de Brasil.

Kevin Efrusy, el socio de Accel que encabezó en el 2005 la inversión inicial de Facebook por 12.7 millones de dólares, ha realizado varias nuevas inversiones en el gigante sudamericano en el último año.

Efrusy, que prefirió no ser entrevistado para este artículo, es quizás el más ambicioso entre un creciente número de inversores de capital de riesgo que viven en Estados Unidos, que ven claras oportunidades en un país con una gran población, una clase media en rápido crecimiento y una estabilidad política.

Redpoint Ventures y Capital BV crearon a principios de este año eVentures Redpoint, una empresa con sede en Sao Paulo. Benchmark Capital y General Atlantic han invertido en Peixe Urbano, una página en internet al estilo del sitio de ofertas Groupon.

En tanto, Insight Venture Partners ha invertido en varias empresas brasileñas, entre ellas en el sitio de descuento de viajes Hotel Urbano y, junto a Accel, en el mercado de productos hechos a mano con la adquisición de la firma Elo7.

"El capital de riesgo es una industria que apenas está naciendo en Brasil y la tendencia es que va aumentar muy rápidamente desde millones a miles de millones de dólares", dijo Haroldo Korte, gerente de Atomico, un fondo con sede en Sao Paulo creado por el cofundador de Skype Niklas Zennstrom.

El mes pasado, Sao Paulo fue una de las mejores paradas para Geeks on a Plane, una serie de excursiones organizadas por el capitalista de riesgo Dave McClure. El negocio trajo a Brasil más de 40 adictos a la tecnología, emprendedores e inversores.

Sin embargo, todavía hay muchos obstáculos. La economía brasileña apenas ha crecido en los últimos trimestres, y la creación de empresas debe lidiar con altos impuestos, el acceso relativamente limitado a la fase inicial de financiación y la ausencia de programas organizados para fomentar el espíritu empresarial.

Además, hay barreras culturales. El fracaso lleva un estigma mucho mayor en Brasil que en Estados Unidos, por lo que los empresarios son menos agresivos, dice Ted Rogers, socio de Arpex Capital en Sao Paulo. La comunidad de ingenieros, desarrolladores y empresarios con experiencia también es pequeña, aunque cada vez mayor.

Y Brasil aún tiene que experimentar una considerable liquidación de capital de riesgo a través de una venta o una oferta pública inicial para mostrar el camino. Tal vez lo más cercano fue la venta en el 2009 de Buscape, un sitio de comparación de precios, a la empresa sudafricana Nasperspor 340 millones de dólares.

"No ha habido su momento Netscape, su momento Google", dijo Rogers, en referencia a las OPI llevadas a cabo en 1995 y 2004 a las empresas de internet, que fueron reforzadas con el respaldo de inversores de riesgo en Estados Unidos.

Pero los inversores están esperando que el mercado de consumo, en pleno auge particularmente en Brasil, pronto pueda lograr lo que en el béisbol sería un jonrón.

Los brasileños ya gastan alrededor de 10,000 millones de dólares al año en internet, y los inversores creen que hay mucho espacio para el crecimiento: sólo el 40% de la población está conectada a internet, comparado con el doble que hay en Estados Unidos.

"Los inversores llegaron aquí con un apetito enorme. Vieron oportunidades sin explotar e hicieron una serie de inversiones en empresas tratando de capturar el optimismo macroeconómico de Brasil", dijo Fernando Okumura, director ejecutivo de Kekanto, una compañía al estilo Yelp, un portal estadounidense de recomendaciones de ocio, que se encuentra entre las inversiones de Accel.

"La mayoría de las inversiones fueron por comercio electrónico, apostando por la fuerte expansión de la clase media en Brasil y por el potencial del país para el consumo", agregó Okumura.

Efrusy, que estuvo tres días en Brasil a principios de esta semana, también se ha centrado en el comercio electrónico para consumidores, con apuestas por la minorista Shoes4you, Elo7 y el sitio de viajes Despegar, que cuenta con amplias operaciones en Brasil.

Pero también ha invertido en Mind Lab, una empresa que está trabajando para mejorar la metodología en la enseñanza. Su disposición a buscar la innovación "es muy bueno para el ecosistema en Brasil", dijo Eric Acher, socio de Monashees Capital en Sao Paulo, que también es inversor en Mind Lab.

Rogers recuerda que Efrusy modificó el año pasado el camino seguro para ir a Espirito Santo, un estado al norte de Río de Janeiro, para sostener una reunión con empresarios. "Fue una gran cosa para ellos que él estuviera allí", dijo Rogers.

Efrusy, que se crió en Hinsdale, Illinois, y tiene una licenciatura y una maestría en la Universidad de Stanford, es descrito por los empresarios que han trabajado con él como discreto y modesto.

El prestamista de Estados Unidos Capital Access Networks tomó el dinero de Accel sobre otras empresas debido a la calidad de las ideas de Efrusy, junto con una cierta obstinación, dijo el presidente ejecutivo Glenn Goldman. "Nadie dedicó la clase de equipo y la persistencia como Kevin y su equipo lo hicieron", dijo Goldman.

En momentos en que la caída de Facebook en los mercados plantea interrogantes sobre el valor de las firmas de consumo estadounidenses por internet, los pasos dados por Efrusy hacia el sur pueden ser clarividentes.

Pero, tal como fue el caso de Facebook, tomará años ver si su apuesta en Brasil valió la pena.