Hasta inicios del 2021 los visitantes peruanos volvían en volúmenes interesantes a Machu Picchu. Sin embargo, la segunda ola del covid-19 y las nuevas restricciones afectaron a este segmento que empezaba a oxigenar al sector turístico en Cusco.
Armando Pareja, gerente general de Inca Rail, señaló que en enero último movilizaron en trenes turísticos a casi el mismo número de peruanos que el mismo mes del 2020, llevando la operación total al 15% (la demanda restante suele venir de extranjeros).
Luego, la recuperación se interrumpió en febrero por el confinamiento. Tras ello, la venta de boletos cayó al 4% en marzo, y las restricciones para Semana Santa también impactaron.
“Realmente el mercado peruano ya ni siquiera había planificado ir a Machu Picchu porque sabía con antelación de la cuarentena”, comentó a Gestión, tras afirmar que las inversiones del 2021 se han enfocado en protocolos para garantizar la bioseguridad en el viaje.
Si bien la empresa ahora opera con solo cuatro de las 14 frecuencias diarias y la demanda local no sería suficiente aun recuperando el nivel de enero, el ejecutivo indicó que mantienen las esperanzas de una recuperación.
“Hay buena intención de viaje para el segundo semestre por visitas a la web; pero claro, es un comportamiento de exploración, ingresan y miran horarios de trenes, experiencias”, sostuvo, tras mencionar que han incorporado a su plataforma a operadores de servicios locales para apoyar la recuperación.
Competencia global
Para Inca Rail, el público extranjero es clave. Y aunque otros países que también tienen una industria turística han sido igualmente golpeados por la pandemia, Pareja afirmó que estos han encontrado vías para que los negocios del turismo continúen.
“Todos están compitiendo por la demanda incipiente del mundo. Colombia, Chile y otros países están haciendo esfuerzos importantes, no digo que el Mincetur no, pero hay que ser más agresivos”, consideró.
Y es que, en estas semanas, explicó que los turistas europeos y estadounidenses vienen decidiendo sus viajes para agosto, setiembre y octubre. Por ello, si la estrategia local empieza en los próximos meses, ya se habría perdido el turismo receptivo de este año, dijo.
Si bien indicó que el sector debe trabajar en nuevos países emisores de turistas, opinó que los negocios locales requieren una respuesta rápida enfocándose en mercados ya consolidados como Europa y Estados Unidos.
Targets
Consultado por el target que regresaría primero a visitar Machu Picchu en trenes turísticos y cantidades significativas, Pareja estimó que éste no sería necesariamente el segmento joven.
“Hay que desmitificar eso, creo que primero viajará el turista vacunado siempre que el destino sea seguro”, comentó, tras considerar que este público sería probablemente el de mayor edad (de 50 años a más) y poder adquisitivo.
En tanto, los viajeros más jóvenes buscarían destinos de playa y distracción –y en menor medida sitios culturales y arqueológicos- luego de un año de confinamiento forzado, anotó.