VANESSA OCHOA FATTORINI
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Que Hersil está en venta ya lo había anunciado este diario en calidad de primicia (Gestión 13.11.2017), pero ahora la mirada está en un postor en particular, el que más le interesaría al laboratorio peruano. Si bien se comentó que en la competencia quedaron Eurofarma de Brasil y Roemmers de Argentina, esta última ya habría desistido en el último trimestre del año pasado del proceso, el cual inició en mayo del 2017.

Una fuente cercana al proceso comentó a Gestión que Roemmers cuenta con operaciones, además de su país natal, en México, Brasil y otros países latinoamericanos a través de socios, uno de ellos Megafarma. “Ahora, el plan de Roemmers es estar en países de mayor tamaño de mercado; el objetivo es consolidar su operación”, sostuvo la fuente.

En carrera
La que sigue en carrera es Eurofarma, pero el panorama no es del todo alentador.

“Eurofarma es una empresa que ha estado muy activa en compras en la región. Han desembolsado fuertes cantidades de dinero; ellos pagan entre 10 a 12 veces el Ebitda y la familia (de Hersil) quiere que sea 15 veces. Mientras que en ventas, Eurofarma no ha pagado más de 2.1 veces el valor de las ventas anuales. No hay una concordancia con las cifras que pide Hersil”, explicó la fuente.

En sí, el objetivo del laboratorio local sería subir la cifra.
Bajo este escenario, la operación aún podría dilatarse mientras el precio no sea el óptimo para ambas partes. En cifras redondas, el precio que los jugadores locales han ofrecido a Hersil por la operación fluctúa entre US$ 50 millones y US$ 55 millones, mientras que Eurofarma va con US$ 57 millones.

Trascendió que Hersil quiere pasar los US$ 65 millones para poder vender.

Ahora bien, de entrar Eurofarma, hay que tener en cuenta que su idea no es producir en el Perú debido a que las instalaciones de Hersil no son tan modernas como las que tiene la brasileña en la región, como en Brasil (donde venden más de US$ 1,000 millones al año), Argentina y Uruguay.

A esto se suma que la garantía que Hersil tiene que pagar para la operación, solicitada por Eurofarma, es de US$ 15 millones, pero los accionistas van por US$ 10 millones.

“Una empresa familiar tiene que ponerse de acuerdo en el precio, y cada uno de los miembros tiene que ver sus riesgos; la idea de Eurofarma es abastecerse desde el exterior, y si ya no se fabrica en el país ¿qué pasaría con los trabajadores?”, es la pregunta que salta de momento, sostuvo la fuente.

El cometido de Hersil ahora es lograr un nuevo postor que haga pujar por la operación con más fuerza a Eurofarma y así lograr el objetivo de venta. “Han pasado ocho postores, pero no se concreta aún ninguno”, indicó.