(Foto: Difusión)
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Los grupos de europeos están sacando partido de la capacidad de las torres para hacer dinero, en momentos en que las empresas de infraestructura del sector desembolsan miles de millones de dólares para comprar unas antenas por las que pasan cada vez más datos antes de la llegada del .

En un contexto de ingresos menguantes y con la persistente deuda acumulada durante la última actualización de la red, los grupos de telecomunicaciones están disfrutando de las rápidas inyecciones de efectivo que pueden obtener de la venta de sus carteras de torres, o de los potenciales ingresos futuros de escisiones de estas divisiones.

La mejora de las redes, que incluye la renovación de las torres, para adaptarlas a la nueva tecnología 5G —que promete una era de coches autodirigidos y neurocirugía a distancia— concentrará unos US$ 890,000 millones entre el 2020 y 2025, según el organismo del sector GSMA.

Los operadores están cada vez más dispuestos a explotar activos para ayudar a financiar esta renovación. Si bien la venta directa de torres les proporciona mucho dinero, muchos operadores también buscan crear unidades de torres separadas o lanzar empresas conjuntas con compañías independientes como forma de mantener una parte del potencial de crecimiento futuro.

En lo que va de año, Vodafone ha preparado su negocio de torres para la mayor salida a bolsa del sector en Europa desde el 2014, mientras que Orange creó una unidad de torres independiente.

Las empresas independientes de torres han demostrado su interés por salir de compras, adquiriendo más de 14,000 millones de euros (US$ 16,900 millones) en activos en lo que va del año para acceder a los rendimientos constantes ligados a la inflación que generan las torres con antenas.

Sin embargo, alrededor del 66% de los emplazamientos en Europa siguen siendo total o parcialmente propiedad de las compañías telefónicas, según estimaciones de Barclays, en comparación con menos del 10% en Estados Unidos.

“El mercado se está abriendo”, afirma Julian Plumstead, máximo ejecutivo para Europa de American Tower, que compró más de 30,000 torres a la española Telefónica en enero.

Haciendo una comparación con la situación en Estados Unidos, Plumstead dijo a Reuters: “Todavía estamos en una fase temprana o media de nuestro desarrollo industrial, pero de cara al futuro creo que la tendencia continuará y posiblemente se acelerará.”

Cediendo poco a poco

En los casos en que operadores y empresas de torres se han unido en sociedades conjuntas, las empresas de torres dicen que suelen contar con la opción de comprar activos a los operadores después de varios años.

Esto significa que algunas están cediendo gradualmente estos valiosos trofeos. Telefónica obtuvo más de US$ 9,000 millones con la venta a American Tower de emplazamientos que ya había disociado en una unidad separada en el 2016.

“Entendemos perfectamente el interés de las operadoras por apostar por este enfoque en dos fases”, dijo el viceconsejero delegado de Cellnex, Àlex Mestre. “Hay una revalorización del activo y los operadores pueden aprovecharla”.

Las torres son activos muy preciados, en parte porque los contratos para utilizarlas son como un “matrimonio infinito” en el que los operadores pagan tarifas estables durante décadas, en palabras de un experto del sector.

Tanto las acciones de American Tower como las de Cellnex alcanzaron máximos históricos el año pasado durante la pandemia, tras duplicar y triplicar respectivamente su valor en la última media década.

Encumbrarse en Europa

Hasta ahora, las operaciones se han concentrado en Europa Occidental, pero Cellnex y American Tower, cuya compra a Telefónica multiplicó por siete su presencia en el continente, miran ahora hacia el Este y Escandinavia.

La semana pasada, Cellnex añadió otro hito a su agresivo plan de crecimiento con la compra del 99.99% de Polkomtel Infrastrukture, lo que supuso la adquisición de 7,000 emplazamientos de telecomunicaciones en Polonia.

Casi todos los operadores europeos están debatiendo ahora lo que deben hacer con sus carteras de torres de telecomunicaciones, aseguran ejecutivos del sector.

Los elevados múltiplos pagados por las recientes operaciones han despertado su interés. Según los analistas deAmerican Tower pagó a Telefónica alrededor de 30 veces el beneficio neto más reciente de su división de torres por los activos.

Los operadores dispuestos a desprenderse de sus torres han alcanzado unas valoraciones medias 22.1 veces superiores al beneficio arrojado por sus activos desde mediados del 2018, según Moody’s. Cellnex consiguió el precio más bajo entre las operaciones recientes, pagando un múltiplo de 16 veces el beneficio por una cartera de la polaca Play en octubre.

“Si se llega a la conclusión de que no es realmente una ventaja competitiva poseer las torres, entonces hay que deshacerse de ellas porque el arbitraje múltiple es alto”, dijo Nikos Stathopoulos, presidente del operador móvil United Group, que posee 6,000 torres en Bulgaria, Eslovenia y Croacia.

La sueca Telia también está considerando pasar por caja por sus más de 9,000 torres asociándose con inversores externos, dijo una portavoz a Reuters, mientras que Telenor también pretende generar valor de su cartera de torres, dijo un representante.