El patrón de oro de las grandes compañías petroleras está perdiendo parte de su brillo.

Exxon Mobil Corp. disfrutó durante dos décadas de una valuación bursátil de primer nivel gracias a una disciplina financiera sin igual, la pericia en materia de administración y la capacidad de superar las caídas de los precios del crudo que perjudicaban a sus rivales más pequeños. Esos días han terminado.

El mayor productor mundial de petróleo por valor de mercado está luchando por reemplazar la totalidad del crudo que extrae cada año con nuevos descubrimientos y ha sido también un operador en el auge estadounidense del shale. Como si eso no fuera suficiente, el máximo ejecutivo de la compañía que cotiza en bolsa, Darren Woods, se enfrenta a una avalancha de dificultades regulatorias que van desde sanciones internacionales hasta el cambio climático.

Los desafíos pesan sobre las acciones de Exxon. Valoradas sobre una base de precio a valor contable, las acciones este año se negociaron con un descuento respecto de otras compañías de energía en el índice S&P 500 por primera vez desde 1997, según datos compilados por Bloomberg. El descuento apareció por primera vez brevemente en enero, pero se ha agudizado en las últimas 10 semanas.

El principal problema de Exxon es que durante mucho tiempo no ha podido aumentar la producción de manera constante, dijo Pavel Molchanov, analista en Houston de Raymond James Financial Inc., quien asigna el equivalente a una recomendación de “vender” a la 
acción.

No ser merecedora
"Hay muchas multinacionales que han mantenido o aumentado la producción", dijo Molchanov. "Eso ayuda a explicar por qué una acción que solía obtener una prima ya no es merecedora de una".

La producción de Exxon ha disminuido en cuatro de los últimos cinco años calendario completos, según datos compilados por Bloomberg Intelligence. La firma produjo 4 millones de barriles de petróleo equivalente por día durante los primeros nueve meses de este año, un 1 por ciento menos que en 2016. Eso se compara con los 4,51 millones de barriles por día de 2011.

Comparado con sus pares mundiales, Exxon aún se cotiza a un coeficiente más alto de precio a valor contable que sus rivales, pero la prima ha disminuido de manera constante, llegando el mes pasado al nivel más bajo en al menos una década, según muestran los datos.

Un portavoz de Exxon declinó efectuar comentarios.

El puro tamaño de Exxon hace que sea difícil encontrar suficiente crudo para reemplazar lo que extrae cada año y además gran parte de las reservas mundiales se ubican en países donde la inversión extranjera está restringida, como Arabia Saudita, Venezuela y Rusia.

Pero la compañía también se demoró en darse cuenta del potencial del shale en su país de origen, evitándolo durante la primera década de este siglo por considerarlo un nicho que no era suficientemente grande para agregar una producción significativa. Con la adquisición en 2010 del especialista en shale gas XTO Energy, el entonces máximo ejecutivo Rex Tillerson admitió que Exxon había perdido la oportunidad en un segmento que puso de cabeza a los mercados mundiales del petróleo.

Mal programado
Pero tuvo un costo muy alto: US$ 35,000 millones. Y el momento para adquirir una firma de perforación centrada en el gas no era ideal dado que los precios en Estados Unidos para el combustible empleado por fábricas y hornos cayeron desde casi US$5 por millón de unidades térmicas británicas (BTU) cuando se finalizó el acuerdo a US$1,61 a principios de 2016. El gas natural se negociaba a US$2,80 por millón de BTU el lunes a las 4:09 p.m. en Nueva York.

A Exxon le podría ir bien siguiendo los ejemplos de sus rivales Chevron Corp. y Royal Dutch Shell Plc de vender activos que tengan un bajo rendimiento, según Brian Youngberg, analista de Edward Jones & Co. en St. Louis, quien asigna una recomendación de “mantener” a Comparte de Exxon.

"Las adquisiciones no han funcionado para ellos en el pasado, no han sido necesariamente desastres, pero por lo general no se han materializado", dijo. "Quizás Exxon necesite considerar movimientos estratégicos un poco más grandes del lado de los activos".

Donde Exxon puede diferenciarse de sus pares es a través de sus enormes operaciones de productos químicos y de refinación y distribución, dijo Youngberg. Esas divisiones generaron US$2.600 millones de ganancias solo en el tercer trimestre, lo que superó las ganancias de US$1.600 millones de la producción de petróleo y gas.

A pesar de la reciente debilidad, las acciones de Exxon han recompensado bien a los inversores en el largo plazo. Tuvieron un rendimiento total de 1.654 por ciento en los últimos 30 años, más de 400 puntos porcentuales por encima del índice S&P 500 Energy.