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El Grupo Graña y Montero reportó las cifras al segundo trimestre del 2019 en las que se logró aumentar su utilidad neta acumulada a US$ 8.2 millones, 195% mayor frente al resultado obtenido en el mismo periodo del 2018.
La deuda financiera del Grupo continuó su tendencia decreciente y cerró el segundo trimestre en US$ 483.1 millones, por debajo de los US$ 595.5 millones del primer trimestre del 2019.
La compañía había cerrado el 2018 con una deuda financiera de US$ 633.2 millones. Es decir, en lo que va del año la deuda se ha reducido en casi 24%, con respecto al cierre del año anterior.
Respecto al EBITDA ajustado acumulado, se alcanzó un total de US$ 97.5 millones, un incremento interanual de 21.8%. Este crecimiento se explicó en los resultados operativos.
"Esta cifra viene acompañada de un Backlog más negocios recurrentes acumulado de US$ 2,519 millones, lo que representa aproximadamente 2.2 años de ventas, debido al interés comercial renovado por la compañía, con varias ofertas en proceso, y contratos significativos adjudicados durante este año en Perú y en Chile", indicó el Grupo Graña y Montero.
Para el gerente general corporativo del Grupo, Luis Díaz Olivero, el segundo trimestre muestra una tendencia positiva para la compañía, con mejores resultados financieros, un sólido Backlog más negocios recurrentes, y un negocio continuo y estable.
“Después de dos años de esfuerzos significativos, finalmente hemos alcanzado nuestra estructura financiera deseada. Todavía tenemos varios compromisos no financieros pendientes, pero la salud financiera se ha restablecido y nuestras operaciones se ejecutan normalmente hoy”, expresó.