Sao Paulo.- En la industria automotriz están ocurriendo cambios y es consciente de ello. Lleva 37 años dedicados a la estadounidense y hace tres se convirtió en la primera CEO mujer en la industria. Pese a su larga trayectoria, a sus 53 años, Barra siente que este es el momento más emocionante de su carrera. El motivo: la apuesta de GM por la transformación tecnológica en el mercado de automóviles.

En la conferencia de prensa que brindó junto a los líderes regionales de GM en la ciudad de Sao Paulo (Brasil), la ejecutiva afirmó que GM ha invertido en las tecnologías del futuro, como los , y que está en sus planes continuar haciéndolo.

"Por lo pronto, General Motors ha realizado una tremenda inversión en electrificación. Tenemos el (primer vehículo eléctrico de largo alcance) disponible en EE.UU. y vamos a continuar apostando por la transformación. Los consumidores dirán cuándo estarán listos", explicó. Sin embargo, agregó que la masificación de los vehículos eléctricos depende, en algunos casos, de las regulaciones que impone cada país.

"No podría decir exactamente cuándo se dará la transformación por completo pero ya ha empezado. Los vehículos eléctricos van a ser una parte importante del mercado pero dependerá de las regulaciones y de la infraestructura de cada país. En China, por ejemplo, ya han anunciado que van a aumentar la penetración de los vehículos eléctricos", contó.

Sobre la infraestructura, afirmó que existen varias conversaciones con gobiernos locales para que el mercado de los vehículos eléctricos sea exitoso. "La infraestructura debe fortalecerse", aseveró.

Compromiso con Sudamérica

Sudamérica significa el 8% de las ventas de GM y es su tercer mercado más importante después de EE.UU. y China. En ese sentido, Barra afirmó que están comprometidos con este mercado y que actualmente la compañía se encuentra en el proceso de inversión de US$ 5,000 millones del período 2014-2020.

"Creemos que hay oportunidades para crecer. está bien posicionado en la región. Tenemos un portafolio grande y buscamos ser líderes potenciales en tecnología", agregó.

General Motors reestructuró estratégicamente a Sudamérica en tres subregiones a comienzos de año. La región andina (Ecuador y Colombia), el Mercosur (Brasil y Argentina) y la región central (Perú, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Chile). De las tres, Barra encuentra las oportunidades de crecimiento más claras en el Mercosur, en específico en Brasil y luego en Argentina.

Por su parte, Barry Engle, presidente de GM para Sudamérica, afirmó que si bien es cierto, el crecimiento de la industria automotriz en la región ha disminuido significativamente, por primera vez en tres años se han visto mejoras a inicios de 2017. "La región sumará aproximadamente 4 millones de unidades vendidas este año. Eso está por debajo de los 6 millones a los que podría llegar el mercado, pero hemos visto como la industria ha ido estabilizándose y comenzando su recuperación", afirmó. "Somos optimistas para 2018".

Postura frente a Trump

Mary Barra se unió recientemente a un grupo de empresarios que le pidieron al presidente estadounidense preservar el programa migratorio "Acción Diferida para los Llegados en la Infancia" ( , por sus siglas en inglés) que ha protegido de la deportación a 800,000 jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños y que les permite regularizar su situación. Ahora que el programa ha sido eliminado por el Gobierno estadounidense, General Motors continuará apoyando a sus empleados que son beneficiados con dicho programa.

"El tema ha quedado en manos del Congreso. Nosotros buscamos tener talentos de todas partes del mundo, así que acceder a ellos es importante. Seguiremos apoyando el programa y trabajando de la mejor manera con el Gobierno para que este programa continúe", aseguró Barra.

El DACA no es la única medida de la gestión Trump que puede afectar a GM. La renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte ( , por sus siglas en inglés), ha levantado una serie de sospechas sobre su posible ruptura. Este panorama significaría un gran costo para la industria automotriz: el 99% del comercio de vehículos en EE.UU. se hace bajo las reglas NAFTA, según Citibanamex.

GM, en específico, dispone de 4 plantas de producción en México. Dejar de importar autos a dicho país y sacar sus plantas obligaría al fabricante a aumentar su capacidad de manufactura, lo cual generaría un costo muy alto para su industria.

"Estamos trabajando para otorgar un feedback constructivo en cada encuentro en los que participamos. Hablaremos con los tres gobiernos (EE.UU., Canadá y México) para asegurarnos que entiendan las complejidades de la industria, especialmente de la cadena de proveedores. Actualizar o renovar el NAFTA debe hacerse con extremo cuidado. Esa es la retroalimentación que podemos dar. Somos optimistas en que el acuerdo beneficiará a todos los países involucrados", finalizó Barra.