Bloomberg.- Uno de los mayores productores de acero inoxidable del mundo espera que el auge de los coches eléctricos eleve la demanda por esta aleación en la industria automotriz.

La oportunidad supera las dificultades de competir por los suministros de níquel, usado en la mayoría de baterías, y la materia prima más importante en la producción de este metal.

El acero inoxidable se usa para proteger las baterías de los vehículos híbridos, y de forma general esta industria lo usa más que la tradicional, dijo Bernardo Velázquez, máximo responsable de Acerinox, en una entrevista en Madrid.

La empresa no teme un incremento en el precio del níquel, debido a que el níquel puro necesario para las baterías es de uso "limitado" en la producción del acero inoxidable, dijo Velázquez. Su compañía está usando cada vez más metal reciclado. "No habrá un cambio significativo para nosotros", aseguró.

Los precios del níquel serán los ganadores de la revolución de los vehículos eléctricos, cuando millones de conductores dejen los coches a combustión interna, escribió este mes Bank of America Merrill Lynch.

El banco espera que la venta global de vehículos eléctricos alcance las 13,6 millones unidades en 2025 y proyecta que la demanda por níquel se incremente en 690,000 toneladas métricas para entonces. La producción global actual es de 2 millones de toneladas por año.

Para Acerinox, con base en Madrid, el quinto productor mundial de acero inoxidable, el aumento de la demanda impulsado por los autos eléctricos podría revitalizar un mercado que está luchando contra el exceso de capacidad en China.

Las medidas antidumping implementadas tanto por Europa como Estados Unidos para frenar las exportaciones chinas, sin embargo, no son del todo efectivas.

"Indios, coreanos, taiwaneses, todos están sufriendo por la invasión china, y ahora están viniendo a Europa y Estados Unidos—al final se trata realmente de un mercado global", afirmó Velázquez.

"Como grupo, estamos enfrentando antidumping en casi todos los mercados, hay una especie de proteccionismo neutral. Preferiríamos un mercado abierto, pero podemos competir contra todos, siempre que todos jueguen con las mismas reglas".

La tendencia en la producción china también está afectando los planes de Acerinox para ampliar sus instalaciones. La empresa está esperando el momento adecuado, dependiendo de cuándo se estabilice más o menos el exceso de capacidad China, para invertir en su fábrica en Malasia y convertirla en una planta totalmente integrada de producción de acero inoxidable, con una capacidad de 1 millón de toneladas por año, afirmó Velázquez.