UniCredit
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El fracaso del intento de adquisición de , por parte de Deutsche Bank AG, genera la posibilidad de algo más emocionante: un acuerdo bancario europeo transfronterizo que involucre al prestamista alemán más pequeño.

La lógica triunfó acertadamente en la política al prohibir la unión de Deutsche. El riesgo es que la política se vengue al obstaculizar el curso futuro de Commerzbank.

Un acuerdo habría creado la apariencia de un gigante nacional alemán. Sin embargo, reguladores y accionistas tenían preocupaciones válidas sobre el riesgo sistémico de dicha combinación, así como la dificultad de integrar las empresas. El sentido común prevaleció al cancelar la idea.

Commerzbank todavía parece estar abierto a fusiones y adquisiciones. Su valuación económica (solo el 34% del valor contable) contrasta con su atractivo estratégico, en particular con una sólida posición en la banca alemana para pequeñas y medianas empresas (el famoso Mittelstand del país).

Para los reguladores y los accionistas de Commerzbank, una oferta limpia con una prima de un par europeo bien capitalizado y bien administrado seguramente sería bienvenida. BNP Paribas SA, con un valor de mercado de 58,000 millones de euros (US$ 65,000 millones), podría colocar el patrimonio a favor de una oferta en efectivo.

El banco francés tiene una presencia limitada en Alemania. Una adquisición vería un predominio de su cultura y su administración probablemente tiene la capacidad de asumir la integración.

Hay dos inconvenientes. El primero es si existe un aspecto positivo suficiente en el acuerdo para BNP. La superposición limitada reduce el alcance de las sinergias para cubrir cualquier prima ofrecida.

Luego está la incomodidad política de que una entidad alemana sea adquirida por un oferente francés a un precio que, incluso obteniendo una prima del 30%, cristalizaría una pérdida para los contribuyentes alemanes. Berlín aún posee el 15% de Commerzbank.

ING Groep NV de los Países Bajos sería posiblemente un propietario más aceptable, pero es más pequeño que BNP y un acuerdo así representaría un notorio cambio en su estrategia.

Esto permitiría un acuerdo basado en acciones con HypoVereinsbank, la filial alemana de de Italia, que parece ser la opción más realista. UniCredit podría recibir una participación de control en el Commerzbank ampliado, dependiendo de cómo se estructure el acuerdo. Políticamente, esto es sería aceptable tanto para Berlín como para Roma.

Todavía hay dudas sobre si un acuerdo de este tipo replicaría demasiado el riesgo de un fracaso en la unión de Deutsche Bank. La integración de la fusión no sería tan difícil, pero tampoco sería limpia. Queda por ver la posibilidad de reunir un equipo de gestión de las dos partes que tengan la confianza de los reguladores para asumir una tarea tan complicada.

Las fusiones y adquisiciones bancarias transfronterizas se podrán realizar en un solo día en Europa y un acuerdo por Commerzbank podría estar por empezar. Incluso podría dar un impulso a la culminación de la unión bancaria europea. Pero casarse tanto con una lógica comercial sólida como con una participación política aplican tanto a los acuerdos transfronterizos como a los nacionales.

Por Chris Hughes