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El máximo responsable de Ford Motor, Jim Hackett, ya anunció que 2018 será “un año malo”, culpando de ello en parte a las materias primas más caras usadas para construir los autos.

Es una excusa por un lado válida pero que no da cuenta de todo lo que le ocurre a Ford, que informará los resultados de ganancias trimestrales este miércoles después del cierre.

Los precios en alza del acero, el aluminio y otros metales están exacerbando problemas como la dependencia excesiva del fabricante de autos de su popular línea de camionetas Serie F que enfrenta presiones competitivas.

Los inversores coinciden aparentemente con la evaluación del máximo responsable. Han negociado las acciones de Ford casi 9% más abajo desde que los ejecutivos advirtieron la semana pasada que este año la ganancia disminuirá.

El segundo fabricante de autos más grande de los Estados Unidos proyecta un viento en contra de US$ 1,600 millones relacionado con las materias primas y los tipos de cambio en 2018, luego de un freno de US$ 2,000 millones en los resultados de 2017.

“Los aumentos en los precios de las materias primas y los tipos de cambio que hemos visto en los últimos años han tenido un efecto material en el negocio”, dijo el director financiero, Bob Shanks, a los analistas el 16 de enero en una conferencia de Deutsche Bank en Detroit. “Pensamos que eso se mantendrá en 2018”.

El precio del acero, la mayor compra de materia prima de Ford, aumentó 18% desde el comienzo del año. El aluminio, usado para las carrocerías de las camionetas de la Serie F, subió casi un tercio.

Sin embargo, los ejecutivos de su rival, General Motors, no hablaron de los costos de las materias primas al pronosticar que las ganancias serán estables este año, pese a la costosa transición fabril para producir nuevas camionetas.

Esto llevó a algunos analistas a preguntarse si acaso las amenazas competitivas a la “valiosa” línea de camionetas Ford no estaría incidiendo en su perspectiva.

Riesgos para las camionetas
“Consideramos que la pauta decepcionante solo se explica en parte” por los precios en alza de las materias primas y otros costos no sorprendentes, escribió Brian Johnson, analista de Barclays, en un reporte fechado el 17 de enero.

La perspectiva de Ford también podría reflejar “presiones sobre la gran rentabilidad de sus pickups cuando GM y Ram lancen nuevas plataformas en los próximos dos años”.

Ford obtiene gran parte de su ganancia de la Serie F, el vehículo más vendido en los Estados Unidos desde la administración Reagan.

GM presentó su Chevy Silverado rediseñado y Fiat Chrysler Automobiles introdujo una nueva Ram 1500 en el salón del automóvil de Detroit la semana pasada, apuntando en ambos casos directamente al bastión de Ford en el lucrativo segmento de las pickups.

Ford contraataca introduciendo un nuevo motor diésel en la F-150 y ampliando su línea de camionetas al recobrar la Ranger mediana que retiró del mercado estadounidense en 2011. Pero esos esfuerzos no impedirán que este año el beneficio se desplome.

El costo de desarrollar autos autónomos y vehículos eléctricos también está gravitando sobre el resultado de Ford.

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