Redacción Gestión

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Milán (Reuters).- El fabricante italiano de autos deportivos Ferrari dio otro paso hacia una apertura en la bolsa de Nueva York, mientras su matriz, Fiat Chrysler Automobiles (FCA), busca llenar sus propias arcas para financiar un ambicioso plan de inversiones por 48,000 millones de euros (US$ 53,000 millones).

FCA dijo el jueves que Ferrari, famosa por sus automóviles deportivos de lujo y su escudería en la Fórmula Uno, presentó una solicitud a los reguladores estadounidenses para lanzar una oferta pública inicial de acciones.

Ferrari, con sede en Maranello, en el norte de Italia, podría atraer un valor de mercado de al menos 10,000 millones de euros, según el presidente ejecutivo de FCA y presidente de Ferrari, Sergio Marchionne.

Algunos analistas afirman que podría llegar a la mitad de ese monto.

FCA, que engloba a marcas desde Fiat y Jeep a Alfa Romeo, tiene una de las mayores deudas de la industria automotriz y necesita los fondos para ayudar a financiar su propio plan para elevar las ventas en un 60%, a 7 millones de autos, al 2018 y aumentar la ganancia neta en cinco veces.

La compañía dijo el año pasado que vendería hasta un 10% de Ferrari a través de la oferta de acciones y que distribuiría el resto de su participación a sus accionistas.

La apertura en la bolsa de Nueva York tendría lugar después de mediados de octubre, mientras que la escisión se completaría a comienzos de 2016.

FCA creará un conglomerado registrado en Holanda para Ferrari y cotizará sus acciones en Wall Street, según el comunicado que presentó a la Comisión de Valores y Bolsas.

Ferrari podría presentar una solicitud a una segunda cotización de acciones en la bolsa de Milán.

FCA posee actualmente el 90% de Ferrari, mientras que el 10% restante está en manos de Piero Ferrari, vicepresidente e hijo del fundador Enzo, que murió en 1988.

UBS será el coordinador global de la oferta, mientras que BofA Merrill Lynch y Santander serán los agentes colocadores conjuntos.

Una OPI exitosa es particularmente importante porque ayudaría en la búsqueda de Marchionne de un socio para una fusión que lo ayude a maniobrar frente a los decadentes márgenes de ganancia y los elevados costos de desarrollo.

Marchionne envió un correo electrónico previamente este año a su par en la rival estadounidense General Motors proponiendo una fusión, pero la iniciativa fue rechazada.

Algunos analistas señalan que el divorcio de Ferrari podría facilitar la preparación de FCA para una fusión, dado que arrojaría una valuación más clara de la compañía.

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