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Las empresas farmacéuticas están bajo análisis microscópico y el aumento de precios de de marca ha tenido un comienzo lento en el 2019.

Según un análisis de Goldman Sachs, los precios aumentaron para cerca del 27% de los 500 medicamentos de laboratorio más importantes, en comparación con el 47% del año pasado. El aumento promedio en el precio de lista fue solo del 4%, la mitad del que se aplicó en el 2018.

"La menor magnitud de los aumentos en los precios de las marcas podría presentar un moderado riesgo a la baja para las ganancias de los mayoristas", escribió el analista de servicios de salud, Robert Jones, en una nota a los clientes.

Michael Rea, fundador y director ejecutivo de RX Savings Solutions, anticipa que muchas empresas farmacéuticas esperarán para aumentar los precios de los medicamentos hasta después de la primera semana de enero, cuando históricamente la mayor parte de la actividad de precios ya ha tenido lugar.

"La gente jugará el juego de manera diferente para evitar el foco de atención y volará por debajo del radar", dijo.

"Creemos que vale la pena señalar que el 98% de los aumentos de precios de la lista anual de enero se hicieron en esta época el año pasado", escribió el analista de Raymond James, Elliot Wilbur.

"Claramente, hay más cautela en el aire y muchas multinacionales importantes como Pfizer y Novartis, que aparecieron en los titulares hace varios meses, aún deben aplicar sus aumentos de enero", dijo.

Wilbur sospecha que muchos de los principales fabricantes de medicamentos están adoptando un enfoque de "esperar y ver", aunque un jugador que no se ha detenido es Allergan. El fabricante de botox y otros tratamientos estéticos, así como medicamentos especializados, ha aumentado los precios en siete líneas de productos diferentes con un aumento promedio del 9.5%, el mismo que el año pasado, dijo Wilbur.

El periódico Wall Street Journal informó alzas de precios más dramáticas en Hikma Pharmaceuticals. Rompiendo la prohibición de los aumentos de precios de un dígito, la compañía con sede en Londres aumentó los precios de algunos medicamentos hasta en un 30 por ciento.