Redacción Gestión

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(Bloomberg).- La familia controlante de prometió proteger los empleos en sus comentarios directos a los trabajadores desde que el fraude en las pruebas de contaminación se hicieron públicas hace más de dos meses.

Wolfgang Porsche, jefe de la familia que posee la participación mayoritaria en la automotriz, dio su apoyo al máximo responsable ejecutivo, Matthias Mueller, y se comprometió a llevar a cabo una investigación intensiva cuando habló en frente a unos 20,000 empleados en la fábrica más grande de VW, en Wolfsburgo, Alemania, donde tiene su sede central.

"Las familias Porsche e Piech apoyan la seguridad de los empleos en Volkswagen", dijo Porsche, que también es presidente de su sociedad de inversión Porsche Automobil Holding SE. "Sabemos que los empleados son un activo invaluable. Y no se puede apostar con este activo.

Los líderes sindicales le pidieron a la familia que diese una señal de su compromiso a los trabajadores, que enfrentan dos semanas de licencias forzadas durante las Fiestas en tanto la crisis comienza a afectar las ventas. El jefe de mano de obra, Bernd Osterloh, que hizo campaña para proteger a los trabajadores concentrando los ajustes en la cartera de modelos de Volkswagen, será el organizador de la asamblea.

Noticias mezcladas.La reunión llega junto a noticias mezcladas para Volkswagen. Si bien la empresa logró avanzar con un retiro más simple de lo esperado de 8.5 millones de autos diésel manipulados en Europa, las negociaciones con los reguladores de Estados Unidos siguen en curso en tanto el desplome de las ventas en el país muestra el impacto de la crisis sobre los salones. El impacto financiero, que según la empresa superará los 8,700 millones de euros (US$ 9,240 millones) tampoco está claro.

El martes, Standard Poor's rebajó la calificación crediticia de Volkswagen por segunda vez desde que se reveló la crisis en setiembre. "Estos riesgos y los costos relacionados siguen expandiéndose y profundizándose", especialmente después que en noviembre se revelara la alteración de las lecturas de emisiones de dióxido de carbono en Europa, dijo la agencia de calificación crediticia.

Perfil bajo.A diferencia de su primo Ferdinand Piech, expresidente de Volkswagen, quien pasó su carrera en directorios, centros de ingeniería y salones de asambleas, Wolfgang Porsche vivió la mayor parte de su vida con discreción en Austria, alternando entre Salzburgo y la ciudad alpina de Zell am See, donde tiene una granja de lácteos orgánicos.

La mayoría de los otros integrantes de la familia de treinta a cuarenta miembros también mantiene un perfil bajo. Viven cerca de la frontera entre Alemania y Austria. Ellos controlan el 52% de las acciones de Volkswagen con derecho a voto por medio de Porsche Holding, con sede en Stuttgart, una reliquia del intento fallido de Porsche por adquirir a Volkswagen, cuyo tamaño es mucho mayor. Esta dio vuelta la tortilla en una transacción compleja que terminó en 2009 con un acuerdo para que la familia Porsche-Piech fuese la "inversora ancla", mientras que se integraron las operaciones con autos deportivos a la línea de marcas de Volkswagen.

El silencio de la familia ha exacerbado la inseguridad entre los trabajadores en tanto crece la evidencia de que la manipulación de emisiones está comenzando a perjudicar las ventas. Las entregas de Volkswagen en Estados Unidos cayeron 25% en noviembre.

Una buena noticia para la empresa es que las reparaciones técnicas de autos en Europa resultaron menos complejas y caras de lo que se temía en un principio. Pero las negociaciones con las autoridades estadounidenses no han terminado y Volkswagen todavía enfrenta demandas y multas de reguladores que probablemente asciendan a miles de millones de euros.

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