Las ventas de las nuevas consolas de juegos de Sony Corp. y Microsoft Corp. no alcanzaron a sus predecesoras durante su primera semana en Japón, lo que sugiere que los persistentes cuellos de botella en el suministro obstaculizarán el debut de dos de los dispositivos más esperados de esta temporada navideña.
Sony vendió 118,085 consolas PlayStation 5 desde su debut el 12 de noviembre hasta el 15 de noviembre, aproximadamente un tercio de lo logrado por la PS4 durante el fin de semana de lanzamiento, estimó Famitsu.
Microsoft registró 20,534 unidades de su Xbox Series X y S durante los seis días desde el inicio de sus ventas el 10 de noviembre, también por debajo de las 23,562 que la Xbox One logró durante sus primeros días, dijo la firma de investigación.
Las estimaciones proporcionaron un primer vistazo a las ventas de la nueva Xbox y PlayStation, dos dispositivos que deberían dominar las listas de deseos esta Navidad.
Japón fue uno de los primeros mercados a nivel mundial en obtener las consolas y se considera un campo de batalla clave entre dos compañías que compiten por establecer un liderazgo en los juegos de próxima generación e impulsar el crecimiento a largo plazo.
“La escasez de suministro en Estados Unidos, donde las ventas se dan por orden de llegada, son similares a las de Japón”, escribieron los analistas de Citi Research Kota Ezawa y Yui Shoji. “Esto parece apuntar a bajas cantidades de suministro, así como a una fuerte demanda posterior al lanzamiento”.
Las interrupciones logísticas y en las plantas durante la pandemia han perjudicado la capacidad de los fabricantes para mantenerse al día. Es probable que el resultado refleje más la oferta disponible que la demanda de las consolas, ya que ambas compañías vieron cómo sus máquinas se agotaron el primer día, dijo Serkan Toto, consultor de la industria en Tokio.
Microsoft ha calificado a su nuevo dúo de consolas como el debut de Xbox más exitoso de la historia, pero esa hazaña parece haberse producido a costa de una oferta escasa. La compañía con sede en Redmond, Washington lanzó sus dos consolas a 37 países simultáneamente, un gran salto desde los 13 mercados de la generación anterior de Xbox One.
Sony también está lidiando con un suministro inadecuado mientras intenta presentar sus nuevas consolas en 65 países, duplicando los 32 que la compañía cubrió con la PlayStation 4.
El director financiero, Hiroki Totoki, dijo a los inversores en octubre que los cuellos de botella de la cadena de suministro han obstaculizado los esfuerzos del gigante tecnológico para satisfacer la demanda y que las limitaciones pueden persistir hasta marzo del próximo año.
En Japón, la empresa se vio obligada a implementar un sistema de lotería para gestionar los pedidos anticipados de PS5.