, el segundo fabricante de motores para aviones más importante del mundo, registró en 2016 pérdidas netas de 4,000 millones de libras (unos US$ 5,000 millones) por el cambio desfavorable de la divisa británica y el pago de una multa por un caso de corrupción.

Las cuentas, anunciadas por el grupo en un comunicado, sufrieron el año pasado por la devaluación de la moneda consecutiva al Brexit, un impacto valorado en 4,400 millones de libras.

Además, en enero la compañía tuvo que pagar 671 millones de libras en un caso por sospechas de corrupción, investigado por la oficina británica antifraude y por las autoridades de Brasil y Estados Unidos

Rolls-Royce Holdings, una empresa distinta del conocido constructor de coches de lujo, fabrica motores para los aviones Airbus y Boeing, e indicó que estaba haciendo un esfuerzo de reducción de costos aunque sólo espera una "modesta" mejora de su rendimiento en 2017.

Las pérdidas récord de 2016 llegan tras varios años marcados por la débil demanda en el mercado de motores para aviones y barcos.