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Ricardo Monterormontero@diariogestion.com.pe

"Las empresas familiares son el motor económico del mundo", expresa con contundencia Ernesto J. Poza, profesor de Thunderbird School of Global Management, y confirma su tesis remarcando que más de un 80% de las unidades de negocio en el mundo corresponden a .

No obstante, y aun cuando admite que solo un 12% sobreviven a una tercera generación de sus fundadores, se expresa con mucho optimismo sobre estas organizaciones: "Las estadísticas nos dicen que las empresas familiares están durando más que las no familiares, están teniendo más éxito".

Claro que el especialista en capacidad empresarial global tiene cuidado en señalar que "lo logran (solo) aquellas familias que ponen en marcha un proceso de rejuvenecimiento del modelo de negocio, en el que impera la comunicación y la transparencia".

Lo ideal, explica Poza, es para manejar los asuntos propios de la familia, y de consejos de administración o directorios con profesionales independientes, para aplicar con disciplina un ordenamiento empresarial adecuado.

"Para gobernar y crear una relación óptima entre una familia y su proyecto empresarial yo diría lo siguiente: primero que nada, hay mantener la estrategia de la empresa, mantener joven el modelo de negocio, lo que quiere decir que hay que rejuvenecerlo periódicamente", comentó.

Sin embargo, una minoría de es la que sigue y aplica las recetas de independencia, transparencia y profesionalismo. Incluso, Ernesto J. Poza reconoce que un 20%, a groso modo, han integrado directores independientes. Pese a esto, dice que no lo desanima el futuro de las empresas familiares, y sigue creyendo en estas unidades: "Muchos empresarios familiares están mandando a sus hijos a estudiar a grandes universidades, y cuando estos regresan a sus empresas con un marco de referencia distinto y la decisión de adoptar mejores prácticas, mi proyección es que ese número, ese 20%, va a crecer".