El coronavirus ha impactado fuertemente el sector de editoriales en general. Si bien el consumo de productos digitales ha venido creciendo a nivel mundial, a nivel local todavía está en ciernes.
Si a eso se le añade que el nivel de lectura es bajo en el país (menos de un libro al año, según datos de la Dirección del Libro y Lectura del Ministerio de Cultura en 2017), el panorama no es alentador.
Así, ante la paralización de gran parte de la economía, las editoriales se ven obligadas a girar el timón.
Philippe Vergnaud, director general de Grupo Planeta Perú, indicó que son conscientes de dos cosas. Por un lado, que espera una reducción de las ventas en el orden de 30% a 50% para este año. Por otro lado, que la activación de las librerías no será inmediata y los centros comerciales probablemente limiten sus aforos y horarios, lo que implicaría una reactivación lenta del retail.
“Aún no definimos la estrategia global para adaptarnos, pero la comunicación se tendrá que enfocar hacia lo digital. Una de las estrategias usuales del sector es lanzar libros, hacer ferias y eventos para posicionar el contenido y la editorial, pero ahora estamos empezando a hacer transmisiones en vivo en todos los países por redes sociales”, dijo el directivo.
En la misma línea, para el director editorial de Penguin Random House Perú, Jerónimo Pimentel, “la oportunidad consiste en agilizar nuestros planes de digitalización. Toda la oferta de nuestra producción está en formato digital y nuestros audiolibros lo están desde hace dos años. Lo que no está aún es la demanda del lector peruano de libros digitales”, sostuvo a Gestión.
Retos
Los retos actualmente son complicados: poca familiaridad con los formatos digitales, limitado acceso a dispositivos de lectura digital, poca penetración del e-commerce en el sector y, sobre todo, falta de interés.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional del Perú, en 2018 el 88% de los proyectos editoriales fueron de libros educativos. Además, según la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales (Enapres) 2018 del INEI, el 72% confesó que no adquirieron libros en ese año y, de ese grupo, el 79.4% señalaron que la principal razón de ello fue por “falta de interés”.
Pero no todo serían malas noticias ya que la tendencia del consumo se proyecta positiva. Las fuentes apuntaron que, en mercados desarrollados, la facturación de e-books va en el orden del 20% al 30% del total.
“Vivimos en el pasado, pero vemos la tendencia en mercados internacionales desarrollados de e-books de manera referencial y sabemos que la lectura digital llega a niveles del 20% de la facturación total. En el caso de los audiolibros, es un hábito que recién se empieza a crear”, aseguró Pimentel.
Expectativas
En el caso de Planeta, Vergnaud reveló que en febrero se registró un crecimiento de 60% en demanda de productos digitales, pero partiendo de una base pequeña.
“El volumen de venta de e-books es de 0.9% del total de facturación. Esperamos que crezca a 4% de lo que vendemos en físico para el 2021 en circunstancias normales, pero, con la coyuntura, esta cifra podría ser superior”, anotó.
En el caso de Penguin Random House Perú, Pimentel indicó que la estrategia apunta a un plan de marketing digital agresivo. Así, las campañas luego del inicio de la pandemia impulsaron un consumo de productos digitales hasta 10 veces mayor, aunque tomando una línea de base reducida.
- Campaña de textos escolares llegó al 80% interrumpida por el covid-19 -
Debido a la suspensión de las clases escolares para evitar la propagación del covid-19 en los colegios, la campaña de venta de textos escolares se interrumpió. Y hasta inicios de marzo, solo llegó al 80% de lo proyectado.
Así lo señaló la gerente de Comunicaciones de Santillana, Tita Ibarburú, tras mencionar que las editoriales proyectan culminar la campaña una vez terminado el periodo de cuarentena, en línea con las disposiciones del Gobierno.
“Estamos esperando reanudar el ciclo escolar y acompañar a los docentes a ver cómo se van a reorganizar. Aún no hay una línea clara a seguir, entiendo que el reinicio de las clases será paulatino”, comentó a Gestión.
Sin embargo, afirmó que la epidemia llevará a las editoriales a reformular el negocio, fortaleciendo algunas iniciativas que ya habían empezado a ejecutarse.
“Dentro de todo lo lamentable que significa esta coyuntura, se nos presenta la oportunidad de mirar los canales digitales”, anotó.
En ese sentido, anunció el acceso a sus plataformas virtuales de contenidos y recursos educativos para escolares, docentes y padres de familia, sean o no usuarios de Santillana, en esta cuarentena.
Targets
Consultada por los públicos de Santillana en el Perú, la ejecutiva refirió que esta editorial se enfoca principalmente en textos escolares colegios privados. Sin embargo, también miran con interés las oportunidades en escuelas públicas.
“Nuestro foco es la comunidad educativa a nivel del país y también tenemos propuestas para el sector público”, sostuvo.
Asimismo, comentó que también atienden al segmento de institutos de idiomas, donde el hábito ya desarrollado de clases virtuales abre más opciones de cara al futuro.
“Los institutos tienen una costumbre más grande con el uso de plataformas online y pueden replantear sus sesiones presenciales, aprovechando que tienen además otra estructura de organización”, manifestó.