Amazon Go es el nombre de la tienda física que mantiene en Seattle. (Foto: Reuters)
Amazon Go es el nombre de la tienda física que mantiene en Seattle. (Foto: Reuters)

En los últimos años, el llamado "" se ha utilizado para explicar la baja inflación en las economías desarrolladas: los precios supuestamente son más bajos -- y más transparentes -- en línea, obligando a los minoristas que no operan en internet a reducir los precios.

El efecto, sin embargo, puede ir en ambos sentidos: la influencia del hace que los precios fluctúen más a menudo, reaccionando de manera inmediata a golpes como las subidas en el precio de la energía y el tipo de cambio.

El "efecto Amazon" es una palabra de moda que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, mencionaron a principios de este año como una de las razones del lento crecimiento de los precios. Estudios realizados en Europa también parecen mostrar que el crecimiento del comercio electrónico empuja la inflación a la baja.

La evidencia presentada por Austan Goolsbee, de la Universidad de Chicago, y Peter Klenow, de la Universidad de Stanford, en un artículo del 2018 muestra que la inflación es sistemáticamente menor en línea que fuera de línea: de 2014 a 2017, el índice de precios digitales de Adobe (DPI), calculado a partir de millones de precios en línea, fue un promedio de 3 puntos porcentuales inferior al índice de precios al consumidor oficial calculado por la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.

Esto no solo confirma la existencia de una presión de precios a la baja desde Internet, sino que implica que una vez que el comercio electrónico se integre apropiadamente a las estadísticas oficiales -- algo que la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido, por ejemplo, anunció que haría a principios de este año --, la inflación probablemente resultará ser inferior que lo que se informa actualmente.

Sin embargo, el "efecto Amazon" no es necesariamente unidireccional. El reciente informe Digital Dolar Report de Adobe para el segundo trimestre del 2018, el último publicado hasta ahora, muestra que el DPI puede en momentos ser mayor que la inflación oficial. Los precios en línea aumentaron un 0.6% anual en junio en todas las categorías de productos que sigue Adobe y la inflación oficial en las mismas categorías fue negativa en -0.1%.

Los precios en línea pueden crecer más rápido que los del comercio tradicional porque los minoristas en línea los cambian más a menudo, reaccionando a las variaciones de varios precios. En un artículo del 2017, Yury Gorodnichenko de la Universidad de California, Berkeley, y colaboradores mostraron que en línea la "duración" de un precio publicado es de hasta un 50% menor que en una tienda física, y la de un precio regular puede ser de solo de un tercio del tiempo. Una razón de ello es el deseo y la capacidad de los minoristas en línea de transferir las fluctuaciones del tipo de cambio a los consumidores.

En un artículo reciente, Alberto Cavallo de la Universidad de Harvard, quien ha escrito extensamente sobre precios en línea, muestra que este comportamiento de las empresas de comercio electrónico está afectando a los minoristas tradicionales, muchos de los cuales también venden en línea. La competencia basada en internet borra las diferencias geográficas en los precios (lo que puede ser un problema en las áreas más pobres) e insta a los minoristas a cambiar las etiquetas de precio más rápido.

"Los precios al por menor se están volviendo menos ‘aislados’ de los shocks a nivel nacional", escribió Cavallo. “Los precios del combustible, las fluctuaciones del tipo de cambio, o cualquier otro shock que pueda entrar en los algoritmos de precios utilizados por los grandes minoristas son más propensos a tener un mayor impacto en los precios minoristas que en el pasado".

Este es un "efecto Amazon" que probablemente no hará que los consumidores estén felices, especialmente en estos tiempos de guerras comerciales, aumentos de aranceles, monedas volátiles y alzas en los precios del petróleo. La adaptación de la industria minorista a las prácticas en línea no es sólo una ilustración de los efectos beneficiosos de la competencia en los consumidores: los expone a las fuerzas de la economía globalizada sobre las que no tienen control.

Incluso si los gigantes minoristas en línea como Amazon nunca adquieren poder de monopolio de precios, pueden ayudar a acelerar la inflación, especialmente en economías que dependen de las importaciones. Incluso ahora, los diversos "efectos Amazon" no necesariamente se compensan en favor del público.

Por Leonid Bershidsky

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.