(Bloomberg) A los pasajeros de aerolíneas que intenten llevar un Note 7 de consigo se les podría confiscar el teléfono y podrían ser multados según una orden de emergencia que incrementa considerablemente las restricciones a los dispositivos, que han sido vinculados a casi 100 incidentes de sobrecalentamiento e incendios.

Los teléfonos no serán aceptados en aviones de pasajeros o carga aunque hayan sido apagados, anunciaron la Administración de Materiales Peligrosos y la Administración de Aviación Federal (FAA). Las restricciones aplican para los 1.9 millones de Note 7 vendidos en Estados Unidos a partir del sábado.

"Reconocemos que la prohibición de estos teléfonos en las aerolíneas será un inconveniente para algunos pasajeros, pero la seguridad de todos aquellos a bordo del avión es la prioridad", dijo el secretario de Transporte, Anthony Foxx.

"Estamos tomando esta medida adicional porque incluso uno solo de estos incidentes durante el vuelo representa un alto riesgo de lesiones personales graves y pone a muchas vidas en riesgo", agregó.

El martes Samsung dijo que detuvo la producción y venta del dispositivo después de la última racha de incidentes de humo, sobrecalentamiento y fuego en lo que se suponía sería una versión que reemplazaría la batería de iones de litio defectuosa por una segura. La compañía estima que la crisis le costará US$ 5,300 millones en ganancias.

El Departamento de Transporte dijo que "cualquiera que viole la prohibición podría ser procesado penalmente además de ser multado". El gobierno invitó a las personas que están viajando que tienen el teléfono a contactar a Samsung o a su operador de telefonía móvil de inmediato para obtener un reemplazo.

Por lo menos 13 personas han reportado quemaduras por los dispositivos y en 47 casos hubo daño a la propiedad, de acuerdo con la agencia del consumidor.

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