Bloomberg.- Los consumidores estadounidenses están poniendo menos refrescos en sus carritos del supermercado, obligando a PepsiCo a confiar más en su negocio de snacks para impulsar el crecimiento.

Las ventas norteamericanas de bebidas de la compañía cayeron 3% el trimestre pasado, una declinación que la empresa atribuyó en parte al hecho de haber disminuido el marketing de sus marcas más grandes.

Aunque PepsiCo todavía puede superar las estimaciones de ganancias de los analistas –ayudada por recortes de costos y ventas más fuertes en su negocio de Frito-Lay–, los resultados decepcionaron a analistas e inversionistas.

"Vemos poca razón para emocionarse", dijo Bonnie Herzog, analista de Wells Fargo & Co., en un informe. Las ventas de bebidas en América del Norte fueron "mucho peores de lo que esperábamos".

Los resultados relatan una historia cada vez más familiar a los accionistas de PepsiCo: como muchos clientes abandonan los refrescos, tanto para evitar el azúcar como los edulcorantes artificiales, el negocio de snacks de la compañía adquiere mayor importancia.

La presidenta ejecutiva, Indra Nooyi, también ha llevado a PepsiCo hacia una alimentación más sana y ha buscado recortar costos por al menos US$ 1,000 millones anuales, con el objetivo de reinvertir los ahorros en investigación y desarrollo.

Pero la búsqueda de nuevos productos involucra algunas desventajas. PepsiCo perjudicó a sus principales marcas al destinar el espacio de los estantes en los supermercados y los dólares de comercialización a productos diferentes de sus principales bebidas, dijo el director financiero, Hugh Johnston, en una entrevista. Su línea Gatorade también se vio afectada por una desaceleración en las tiendas de comestibles, agregó.

"La buena noticia es que estos son temas tácticos", dijo Johnston. "Sabemos cómo solucionarlos. Básicamente, reajustaremos un poco nuestros recursos detrás de nuestras marcas más grandes, y veremos que el negocio mejorará secuencialmente en los próximos trimestres".

EscepticismoLos inversionistas asumieron una posición escéptica, e hicieron caer las acciones tanto como 2.2% a US$ 106.77 en negociaciones tempranas. La acción había subido 4.3% este año hasta el cierre del martes.

Los ingresos básicos aumentaron a US$ 1.48 por acción en el tercer trimestre, frente a una estimación promedio de los analistas de US$ 1.43.

La compañía con sede en Purchase, Nueva York, ahora espera que la ganancia llegue a US$ 5.23 por acción este año, frente a una estimación anterior de US$ 5.13.

Revitalizar el crecimiento de las ventas ha sido un gran desafío. PepsiCo dijo el miércoles que los ingresos orgánicos –una medida que elimina las fluctuaciones monetarias y otros elementos– aumentarían 2.3% este año, por debajo de su pronóstico previo de 3%.

El descenso en la división de bebidas de Norteamérica es parte de una depresión de la industria. El consumo de gaseosas per cápita en Estados Unidos cayó a un mínimo de 31 años en 2016, según Beverage-Digest, una publicación del sector.

Los ingresos ascendieron a US$ 16,200 millones en el último trimestre, frente a una estimación media de US$ 16,300 millones. Como parte de su apuesta por dinamizar el crecimiento, PepsiCo se está enfocando en los llamados productos de nutrición diaria, rubro que incluye nutrientes como granos, frutas, vegetales o proteínas. La categoría también abarca el agua y el té no endulzado.

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