Nestlé lanzará sus hamburguesas sin carne en varios mercados este mes. (Foto: Reuters)<br>
Nestlé lanzará sus hamburguesas sin carne en varios mercados este mes. (Foto: Reuters)

Por Andrea Felsted

Dos gigantes de los bienes de consumo y dos informes del primer trimestre que superaron las expectativas de los analistas. ¿Cuál es mejor?

y tienen el mismo problema. Deben demostrar que pueden crecer y al mismo tiempo potenciar su rentabilidad. Para este fin ambas firmas reestructuran sus carteras principales. Nestlé tiene un inversor activista observando desde las sombras, en tanto que Unilever está en riesgo de convertirse en blanco de otro. Es complicado manejar todo esto.

Los resultados financieros del jueves sugieren que Nestlé está en mejor situación que Unilever.

La compañía suiza reportó un crecimiento orgánico de ventas de 3.4% en el primer trimestre, por sobre el consenso de analistas que estimaban un avance de 2.8%. Es un buen comienzo para el tercer año de Mark Schneider como director ejecutivo.

Petcare fue uno de los contribuyentes fundamentales a esta expansión. Es una de las categorías con las que cuenta Schneider para crecer así que su desempeño es una buena señal para la estrategia del ejecutivo.
Algo similar ocurre con el repunte de los alimentos congelados en , que habían tenido problemas para enfrentar cambios en los gustos de los consumidores.

Aparte de su crecimiento orgánico, las adquisiciones de Schneider parecen dar frutos. El acuerdo de US$ 7,150 millones para promocionar productos de está logrando que las cápsulas de café y otros productos lleguen a las góndolas de los supermercados.

Más se sumarán a medida que Nestlé amplíe el alcance geográfico de la marca. Las escisiones también avanzan rápido, puesto que las revisiones de Nestlé Skin Health y la unidad cárnica Herter finalizarán en el transcurso de este año.

La expectativa de Nestlé de potenciar las ventas y las ganancias parece correcta. La compañía parece ir rumbo a conseguir sus metas financieras de crecimiento orgánico en torno al 5% para 2020 y un margen operacional de entre 17.5% y 18.5%.

El camino se ve más pedregoso en el caso de Unilever. En el primer período informado durante la era del director ejecutivo Alan Jope, la compañía señaló que el crecimiento de las ventas subyacentes superó las expectativas en el 1T19, 3.1% frente a la estimación de 2.8% recabada por la empresa.

Si bien Unilever informó que está encaminada a cumplir con la meta a 2020 de un margen operacional de 20%, proyectó que las ventas se ubicarán en la parte inferior de la banda entre 3% y 5%. Si la perspectiva de ingresos no mejora dentro de los próximos meses, el avance de la firma hacia su objetivo podría ser decepcionante.

Un problema es que mientras Schneider ha enfocado fusiones y adquisiciones en las categorías clave para el crecimiento de Nestlé, Unilever ha adoptado un enfoque más disperso. Jope parece seguir los pasos de su antecesor, Paul Polman, al adquirir elementos como cosméticos prémium, la firma sustitutos de la carne Vegetarian Butcher y la unidad de consumo en India de GlaxoSmithKline.

La compañía ha hecho 29 adquisiciones desde 2015. La mayoría de ellas corresponde a los segmentos de belleza y cuidado personal e incluye apuestas por startups dirigidas a los millennials. Algunas están dando frutos. Seventh Generation, empresa de productos naturales de limpieza, ayudó a esta división a generar un sólido incremento de ventas en el 1T19.

Pero el abanico es amplio, así que hay riesgo de que la cartera de Unilever se vuelva difícil de manejar. La compañía debe probar también que es apta para cumplir con la tarea de absorber firmas dentro de su cultura corporativa más formal.

Si bien las adquisiciones contribuyeron a un incremento de ventas de dos dígitos en el 1T19, Jope debe hacer más para demostrar que las nuevas marcas pondrán de su parte. Y mientras las 11 escisiones, que incluyen la división de untables, son un buen comienzo, debe ir más allá y desprenderse de unidades en alimentos y posiblemente limpieza.

Las acciones de Unilever subieron hasta 4% el jueves, mientras que las de Nestlé subían cerca de 1 por ciento. Sin embargo, la compañía suiza sigue demandando una mayor valuación, lo que indica que los inversores tienen más fe en su estrategia.

La diferencia respecto a Unilever es merecida. Schneider tacha gradualmente ítems en su lista de cosas por hacer y al mismo tiempo mantiene a raya a un inversionista activista. A menos que Jope muestre que puede ser igual de disciplinado, arriesga atraer un accionista agresivo que presione por un cambio más radical.