(Bloomberg).- Dos bancos de inversión europeos recibieron el viernes un alivio navideño. Deutsche Bank AG y Credit Suisse Group AG accedieron a pagar una cifra combinada de US$ 12,500 millones para resolver las investigaciones llevadas a cabo por Estados Unidos respecto a ventas de deuda tóxica durante la crisis.

Para cualquier sector normal, eso sería una mala noticia. En el mundo financiero, sin embargo, aporta una certeza necesaria y calma de manera efectiva a los inversionistas al ponerle un precio a esta disputa legal. El precio de las acciones de Deutsche ascendió; las de Credit Suisse bajaron solo levemente.

Es destacable que, al parecer, ambos bancos pueden pagar estos acuerdos sin recurrir a sus accionistas. Deutsche Bank ha podido pagar una multa de hasta US$ 8,000 millones y Credit Suisse una de cerca de US$ 4,000 millones, según algunas estimaciones.

Las sanciones civiles iniciales de hoy se sitúan muy por debajo de ese nivel, en US$ 3,100 millones para Deutsche y US$ 2,500 millones para Credit Suisse. Esto significará una algo dolorosa pérdida de miles de millones de dólares en el cuarto trimestre, pero pudo haber sido mucho peor.

Los acuerdos llegan al tiempo en que los inversionistas apuestan a una base financiera mucho más sólida para los bancos de inversión. Es necesario recordar que Deutsche Bank enfrentó una potencial crisis existencial en setiembre. En ese entonces, EE.UU. habría estado apuntando a una multa de hasta US$ 14,000 millones, justo cuando los inversionistas perdían la fe en la capacidad de Deutsche de generar dinero en el mundo financiero postcrisis.

Sin embargo, desde noviembre, las acciones de los bancos han tenido un buen desempeño, gracias a un alza en la confianza del panorama económico y la elección de Donald Trump, quien prometió reducir las regulaciones. Las acciones de Deutsche Bank han escalado 45% desde el 1 de noviembre, y las de Credit Suisse 11.4%. Los analistas predicen un crecimiento de las ganancias por acción para ambos bancos durante el próximo año.

Donde las cosas se complican un poco es al recordar los pagos del acuerdo, en la forma de "alivio para el consumidor", que usualmente se entrega a través de modificaciones crediticias y otros tipos de ayuda. Eso es lo que sigue siendo desconocido de estas multas y que representa la mayor parte del monto total, donde Deutsche debe US$ 4,100 millones y Credit Suisse US$ 2,800 millones en "alivio". Eso podría afectar las ganancias a futuro. Por ejemplo, Credit Suisse pagaría unos US$ 560 millones anuales por los próximos cinco años, según analistas de Vontobel. Aun así, dividir los costos en varios años es positivo.

La noticia de hoy no implica que Deutsche y Credit Suisse se hayan librado de lo peor. Ambos están en medio de reestructuraciones dolorosas, que podrían dañar permanentemente a sus marcas en un mercado de bancos de inversión abarrotado que está apenas comenzando a ver un repunte. Deutsche Bank aún tiene otros casos legales por resolver y todavía debe encontrar compradores para activos como su filial minorista Postbank. Pero conforme llega la Navidad, "no tan malo como pudo haber sido" es un regalo que los bancos europeos estarán felices de recibir.