Isolux
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La deuda de las siete sociedades del grupo constructor español Isolux que están en concurso de acreedores, incluida la matriz, es de 5,695.3 millones de euros, frente a unos activos de 1,865 millones, lo que supone un agujero patrimonial de más de 3,830 millones de euros (US$ 4,673 millones al cambio actual).

El administrador concursal, Francisco Vera, presentó hoy en un juzgado mercantil de Madrid el informe preceptivo, que recoge la situación financiera de cada una de las sociedades, las causas de su insolvencia y la valoración de los activos y pasivos, explicaron fuentes próximas al proceso.

La deuda concursal de Isolux no incluye ni el pasivo duplicado (responsabilidades de las filiales respecto a la matriz) ni el pasivo contingente (que depende del cumplimiento de alguna condición o está en litigio).

El consejo de administración aprobó el 4 de julio pasado, antes de dimitir, pedir el concurso voluntario de acreedores para la matriz y seis filiales.

El informe citado concluye que la evolución actual probablemente llevará a la situación de concurso al resto del grupo, del que forman parte un centenar de sociedades.

En el momento de la entrada en concurso, la caja disponible en España apenas cubría los pagos operativos de un mes.

Tras la declaración del concurso de acreedores, se concluyó que no era viable mantener la actividad de construcción y que había que dar prioridad a la venta o liquidación tanto de proyectos como de unidades de negocio.

Según el informe, el estallido de la burbuja inmobiliaria en España y la drástica reducción de la licitación de obra pública durante la crisis llevaron a Isolux a aumentar de forma significativa la contratación de proyectos en el extranjero y a entrar en el negocio de concesiones.

La reestructuración del sector financiero y la menor disponibilidad de avales y financiación dificultó el cambio de perfil que había acometido el grupo.

Además, los proyectos internacionales no alcanzaron los márgenes que había tenido históricamente Isolux, lo que, unido a las necesidades de financiación por el desarrollo de concesiones, llevó al grupo a unos niveles de endeudamiento muy elevados.

Isolux, con presencia en Europa, Estados Unidos, Iberoamérica, Asia y África, trató de reducir el endeudamiento mediante acuerdos con fondos de inversión, que no se mantuvieron a largo plazo, y con dos intentos fallidos de salida a Bolsa, en Brasil y España.

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