Aerolínea Delta. (Foto: Reuters)
Aerolínea Delta. (Foto: Reuters)

moderó su plan de sumar vuelos en agosto debido a un aumento en los casos de COVID-19 y advirtió que pasarán más de dos años antes de que la industria vea una recuperación sostenible del estrepitoso impacto de la pandemia.

"Estamos estancados en este momento", dijo el presidente ejecutivo Ed Bastian, argumentando que la demanda que se acumuló en junio para viajar a lugares como Las Vegas, Florida o Nueva York había sufrido nuevamente por el aumento de casos de coronavirus y los las cuarentenas.

La aerolínea retrocedió en su plan de aumentar los vuelos en 1,000 durante agosto y dijo que subirán solo en 500.

La firma con sede en Atlanta reportó una pérdida neta ajustada de US$ 2,800 millones, o US$ 4.43 por acción, en el segundo trimestre, mientras que los ingresos por pasajeros se desplomaron un 94% durante la temporada a la que algunos analistas califican como la peor en la historia de la aviación.

Delta se apegó a su objetivo de detener la fuga diaria de efectivo, que alcanzó los US$ 100 millones al comienzo de la pandemia, este año, aunque Bastian advirtió que eso dependerá la demanda. "Hay mucho riesgo porque es difícil pronosticar lo que sucederá con el virus", dijo.

La aerolínea redujo su consumo de efectivo diario a alrededor de US$ 27 millones en junio y ve una tasa similar en julio, con mejoras a medida que se abren las economías y las personas se sienten más cómodas viajando.

Delta, que se ha estado expandiendo agresivamente con alianzas internacionales, amortizó US$ 1,100 millones por su reciente inversión en Latam Airlines y US$ 770 millones por Grupodespués de que se acogieran a protección por quiebra.