Redacción Gestión

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"Hemos sentido la guillotina muy cerca", cuenta Tony Custer, director ejecutivo de . El empresario recuerda que estuvo a punto de convertirse en otro ejemplo de la regla de los negocios familiares que sentencia a la mayoría a desaparecer en la tercera generación. Eran los finales de los noventa y a la compañía no le iba bien. "Todos los días pensábamos que se acababa esto, andábamos en las tinieblas. Me decía a mi mismo que no iba a permitir que todo lo que construyeron mi padre y mi abuelo se terminara", dice Custer.

Fue recién a mediados de la década pasada que la Corporación Custer comenzó a repuntar. "Decidimos pasar a ser un representante de las marcas de otras empresas a tener nuestras propias marcas. Ese cambio demoró mucho: si uno ve el gráfico de nuestras ventas de hace diez años, se dará cuenta de que es una línea horizontal fija", explica el ejecutivo. El holding comenzó a tener éxito en Ecuador con productos agroquímicos genéricos a través de Interoc, una empresa que, luego de estar a punto de desaparecer, ha logrado un repunte extraordinario y hoy cuenta con presencia en cinco países de América Latina. "Interoc ha pasado de tener un presupuesto de US$ 1,8 millones en 1995 a US$ 120 millones para el próximo año", apunta Custer.

Pero no solo en el extranjero le ha ido bien. Comercia, su empresa en el sector de alimentos en el Perú, es dueña de las marcas A-1, La Selecta, Carter, Placer, La Cabaña y Parra Real, además de representar a importantes empresas nacionales de consumo masivo y limpieza del hogar. Custer cuenta con el servicio de distribución directa llegando a más de 50.000 puntos de venta. "Prevemos que el 2013 será nuestro año de transformación, pues calculamos ventas por encima de los US$ 62,5 millones y que el 50% de esos ingresos serán por productos propios. Ya para el 2014 y 2015 esperamos que del total de ventas el 80% sean de marcas propias y el resto de terceros, lo que convertiría a Comercia en una compañía de alimentos", enfatiza.

En lo que respecta a la marca Carter, Custer la pone como ejemplo de que le gustan los retos. Haber resucitado su empresa le pone todas las cosas en perspectiva. Y, justamente por eso, ha decido relanzar la marca. "Nos hemos dado cuenta de que nuestro público es más maduro, más joven-adulto", explica. "Nosotros no hacemos chizitos", añade. Así, a los cambios en la presentación exterior de los productos bajo esta marca se ha sumado el incluir granos naturales de la sierra con alto valor nutritivo.

Corporación Custer cerrará el 2012 con ingresos de más de US$ 165 millones, pero a pesar de eso hay muchas tareas pendientes. "estamos trabajando en el buen gobierno corporativo de la compañía. Han sido muchos años en los que hacíamos todo a la antigua, muy informalmente", reconoce Custer, quien también señala que tiene un motivo adicional para esta estructuración. "Estamos recibiendo interés de personas y empresas tanto dentro como fuera del Perú en nuestros negocios pero todos nos piden que arreglemos este tema pendiente". Al final, luego de 90 años de vida y de haber pasado momentos complicadísimos, Custer está seguro de salir airoso de lo que se le presente. "Somos sobrevivientes", finaliza.