Redacción Gestión

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Richard Manrique Torresrichard.manrique@diariogestion.com.pe

Paulo Rivas Peñapaulo.rivas@diariogestion.com.pe

Tres amigos se juntaron para crear y darle identidad peruana a la 'chela'. Diego Aste, Jorge Jiménez y Miguel Torres crearon , su marca que fusiona los ingredientes tradicionales (levaduras, maltas y lúpulos) con granos andinos. En su fábrica de Ate Vitarte, pronto producirán hasta 12 mil litros mensuales con la compra de nuevos tanques y una embotelladora de fajas transportadoras.

Pero la espuma del éxito rebalsará cuando el próximo año se muden a su nuevo local, que requerirá una inversión de casi un millón de dólares para llegar a los 100 mil litros mensuales. Y esta expansión seguirá bajo el modelo de comercio justo: ellos le compran directamente a los pequeños agricultores, con el precio que ellos fijen por la calidad de sus .

Diego viste su mandil blanco y se fija del mínimo detalle para la foto: sigue siendo el mismo entusiasta que, una vez culminada su carrera de marketing en Lima, estudió y elaboró cerveza artesanal en Estados Unidos, Argentina y Chile. Y ahora se encarga de la producción de cinco cervezas: la Kölsch con quinua; la Barley Wine con café orgánico; la Imperial Stout con cacao; y las Export Scottish Ale e Inka Pale Ale con maíz morado. Ebullición de lúpulos, maltas belgas y sabores peruanos que están posicionados en 30 locales gourmet, como , Nanka y .

"Lo más difícil fue crear un movimiento cervecero artesanal en el Perú y que los dueños de los restaurantes crean en nosotros. Ha sido un trabajo de hormiga: trayendo chefs reconocidos, haciendo catas y maridajes, dando a conocer los insumos y explicando los beneficios de las cervezas artesanales en comparación con las industriales", cuenta.

Diego es quizá una de las personas que más conoce de la . Recuerda que en los noventa hubo una primera camada de cerveceros en el país, pero el contexto no les favoreció. Después renació este arte entre el 2005 y 2007, pero no con la fuerza suficiente. Y hoy las nuevas marcas están camino a consolidar un movimiento artesanal, encima de la cresta del crecimiento económico y el boom gastronómico.

"La industrial es muy plana, mientras que la artesanal te da matices impresionantes. Hay más de 3000 estilos diferentes de cerveza, y a eso hay que añadirle la peruanidad, la fusión que creamos con la marca Cumbres, una cerveza europea con toques de lo nuestro", explica Diego.

seguirá ahondando en la fusión, donde el aguaymanto asoma como uno de los ingredientes bandera. Pero lo resaltante es que tiene dos marcas en proyecto, más osadas y con mayor graduación alcohólica. Diego ha preferido dejarnos con la sorpresa en el paladar.

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