Luis Ramírez se incorporó como gerente general de Cruz del Sur en un momento crítico para la empresa. Por un lado, había fallecido el fundador y la segunda generación tomaba la posta. Por otro, el transporte en el país había entrado en fase de desregulación. Fue un momento desafiante. Como el que también se vivió cuando las aerolíneas empezaron a canibalizar a sus clientes hace unos ocho años como parte de sus estrategias comerciales.

Este 2017 no ha sido uno particularmente bueno para la empresa ni para el transporte terrestre. El Niño costero a inicios de año y los efectos de un sismo en Arequipa, a pocas semanas de 28 de julio, han sido desafíos importantes. A esto se le suman los primeros pasos de los aerolíneas low cost a nivel interprovincial.

Una nueva flota, para empezar, es parte del repertorio competitivo que la empresa ha diseñado como respuesta al transporte aéreo. "Pero primero hay que ser sumamente eficientes y cerrar las brechas de calidad en el servicio donde las haya", señala Ramírez.

Para esos efectos las rutas cambiarán. El gerente general de Cruz del Sur sostiene que las que sean muy largas no van a ser sostenibles. "Veo una frontera hasta Chiclayo en el norte y hasta Arequipa en el sur", añade. La estrategia es atacar puntos intermedios donde las aerolíneas no llegan.

PlanesPero la diversificación es la principal arma. Ya que son el "pasajeroducto" para la industria de turismo en determinados destinos, se encuentran desarrollando ese mercado. Ya están en marcha blanca vendiendo en su página web paquetes turísticos en todos los destinos a nivel nacional.

Por otro lado, han invertido más de US$ 24 millones en una nueva flota de 82 buses para el transporte interprovincial con altísimos estándares. A estos se añaden siete buses con un plan piloto inédito en el mercado. Como una forma de encontrar eficiencias en su costo operativo, plantean un bus con un solo piso de pasajeros, con inclinación de 180 grados en sus asientos, que cuente con una amplia bodega para alimentar su flujo de paquetería. "La combinación del costo conjunto entre pasajeros y carga es parte de la respuesta competitiva", señala Ramírez.

Además, planean crecer en su negocio de transporte institucional, uno que en el futuro debería abarcar una porción más generosa dentro de su estructura de negocio. Sobre todo, miran con potencial los parques industriales emergentes en el sur (Lurín, Chilca, etc.), donde hace falta un transporte seguro.

A pesar de haber tenido un año difícil, se preparan para grandes transformaciones a nivel empresarial. Comentan que, en menos de una década, estarán implementado el sistema low cost. Aunque para ese entonces Cruz del Sur y Luis Ramírez ya estén preparados.