Una subida en la morosidad implica un mayor uso recursos a las entidades financieras con el fin de mantener provisiones en caso de incumplimiento (Foto: Andina).
Una subida en la morosidad implica un mayor uso recursos a las entidades financieras con el fin de mantener provisiones en caso de incumplimiento (Foto: Andina).

A noviembre del 2017, la en el sector agropecuario alcanzó un nivel bajo de solo 2.51% en la banca privada, la más baja frente a otros tipos de emisores, pese a que la banca no se viene concentrando en el financiamiento de unidades productivas agropecuarias, "considerando su menor capacidad de endeudamiento y el mayor riesgo que implican", señaló en su reporte semanal.

Esto se relaciona a la variación en el crédito promedio otorgado por la banca privada, que a enero del 2018 ha caído 6.48% anual hasta S/ 195,264, por debajo del promedio de los últimos 2 años: S/ 203,780.

El nivel de la se compara con cifras de 36.22% para , de 8.83% para las (CMACs), 6.29% para las (CRACs) y 4.51% para las Empresas Financieras.

Una subida en la morosidad implica un mayor uso recursos a las entidades financieras con el fin de mantener provisiones en caso de incumplimiento.

“Estos datos toman mayor relevancia considerando que el financiamiento bancario representa el 69% del crédito total que recibe el sector agropecuario de parte de las entidades financieras reguladas a diciembre de 2017”, indicó Asbanc en el reporte semanal que elabora su Área de Estudios Económicos.

Esto es seguido de lejos por con el 14% del total financiado al sector agropecuario y aún más atrás por las Cajas Municipales, con el 10.02%.

Situación de Agrobanco
Agrobanco, entidad bancaria del Estado enfocada en el apoyo financiero al sector agropecuario, requiere actualmente de un aporte de S/ 250 millones por parte del para poder cubrir las provisiones del año 2017.

Estas fueron generadas por la morosidad de más de 30% que reporta la institución.

El Gobierno ha precisado que este monto estimado es el que se necesita inyectar al capital de la institución para cubrir las provisiones de préstamos a grandes empresas.

Sin embargo, también se requiere una suma adicional de cerca de S/ 200 millones para poder proceder a la reactivación de los créditos agropecuarios.

posee una cartera morosa que está compuesta en un 45% por grandes empresas. “Ello resulta paradójico, considerando que dicha entidad fue creada con el propósito de apoyar en las finanzas de aquellos medianos y pequeños agricultores sin acceso a la banca comercial”, indicó Asbanc.

Este problema se habría iniciado en el año 2012, cuando la Ley del Presupuesto aprobada ese año permitió que Agrobanco gane autonomía, lo que, combinado con un gobierno corporativo no óptimo, generó que se empiece a financiar a grandes empresas sin una evaluación crediticia rigurosa.

Adicionalmente, solo se dio cobertura al 65% de estos créditos entregados a grandes empresas. Este manejo ineficiente de su cartera, de sus fondos y de la cobranza, llevó a la entidad a ver su solvencia seriamente comprometida.

Sin embargo, señala Asbanc, el mayor riesgo de todo esto radica en que, mientras este problema se soluciona, los créditos para los pequeños empresarios agropecuarios se verán afectados.

¿Qué soluciones propone el Estado ante esta situación? Una opción es una inyección de capital de parte del MEF por S/. 450 millones, monto requerido para que Agrobanco retome su funcionamiento normal y se reactive el crédito agropecuario.

Por otro lado, se propone crear un Fondo AgroPerú (a través de un decreto de urgencia) que comenzaría con un aporte de S/. 100 millones para una pronta recuperación del crédito hacia el sector.