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Las empresas familiares tienen la difícil tarea de mantenerse en el tiempo y para eso deben destinar el 30% de su patrimonio líquido fuera de sus negocios para poder afrontar sus cambios, informó hoy Eduardo Montero, líder de Wealth Management en Credicorp Capital.

Durante su participación en el seminario “Wealth Management & Family Office Summit 2018”, manifestó que tomando datos de un estudio de la Universidad del Pacífico sobre las grandes fortunas en el Perú hasta 1960 y los datos públicos disponibles hasta el 2014, se puede establecer que solo el 26% de familias ricas se mantenían en la lista de las más importantes.

“Es un porcentaje un poco mayor al que se ve en el mercado estadounidense aunque la conclusión es la misma y es que es muy difícil mantenerse en el tiempo o preservar el valor del patrimonio en el tiempo”, dijo.

Detalló que sólo dos familias peruanas que ahora se ubican entre las cinco más importantes anteriormente se ubicaban a mitad y al final de la lista de las familias más importantes del Perú.

“Son dos familias que tienen tres características muy importantes: primero es que han implantado un gobierno familiar; segundo, han sabido diversificar sus negocios; y tercero, han mantenido la unidad o cohesión familiar al margen de las generaciones”, explicó.

Grandes cambios

Explicó que las grandes familias en el Perú tenían concentradas sus fortunas principalmente en el sector agroindustrial a fines de la década de los 60 pero luego de la reforma agraria eso ha cambiado completamente.

“En el sector inmobiliario también se vio un cambio y hay un efecto importante en este sector en Lima y ahora se están dando unos efectos parecidos en provincias. La minería claramente es otro ganador, teniendo en cuenta la demanda del mundo y el crecimiento de China u otros países del Asia”, dijo.

Los sectores de consumo e industria también han sido sectores en los que han invertido las familias con mayores fortunas.

Montero enfatizó es que para las empresas familiares es importante darle empuje y enfoque empresarial a su gestión para seguir generando valores importantes, así como tener la “claridad de que eso no dura para siempre”.

“Es importante, de una manera ordenada y formal, comenzar a extraer dividendos de las compañías y generar un portafolio alternativo líquido que permita amortiguar sus cambios”, dijo.

Añadió que entre las mejores prácticas o recomendaciones que pueden seguir los negocios familiares está el tener 30% de su patrimonio líquido fuera de la empresa.

“Para eso es importante tener disciplina, retirar excedentes y empezar a arma un portafolio fuera de la empresa”, comentó.

Una segunda recomendación que dio es tener una gestión para la empresa que sea separa de la gestión del patrimonio líquido para evitar temas de conflicto de interés.

“Las empresas tienen vida propia y los patrimonios familiares líquidos tienen otros objetivos, que pueden ser de preservar o transferir, mientras que las empresas tienen objetivos de lograr resultados, muchas veces, en el corto plazo”, puntualizó.

La tercera recomendación es no duplicar riesgos, ya que normalmente ocurre que una familia que ha sido muy exitosas en una industria o rubro en particular tiende a invertir en eso siempre.

“Este portafolio líquido debería tener una diversificación completa para no incurrir en vallas de sector sino, muchas veces, de país”, enfatizó.