Musk hizo una serie de comentarios despectivos a principios de abril, antes de anunciar su intención de adquirir esa plataforma. (Foto: Getty Images)
Musk hizo una serie de comentarios despectivos a principios de abril, antes de anunciar su intención de adquirir esa plataforma. (Foto: Getty Images)

, el jefe de , acaba de comprar , la red social en la que tiene más de 85 millones de seguidores y donde causa mucha polémica.

Este es un repaso a los tuits más memorables del hombre más rico del mundo.

El verdadero Musk

“Este realmente soy yo”, tuiteó Elon Musk el pasado 4 de junio para desmentir los mensajes de un impostor: “Por favor ignoren tuits anteriores, pues fue alguien pretendiendo ser yo :)”.

Hasta el 2017, se mantuvo relativamente tranquilo, cuando publicaba menos de 1,000 tuits al año, según datos recopilados por . El ritmo de las publicaciones aumentó en el 2019 hasta alcanzar unos 3,000 tuits al año.

El empresario de múltiples negocios es conocido por Tesla (coches eléctricos) y SpaceX (vuelos espaciales), luego por sus start-ups, como Neuralink (implantes cerebrales) y The Boring Company (túneles), pero también expresa sus opiniones sobre política, criptomonedas o medioambiente.

“Pedófilo”

El 15 de julio del 2018, llamó al espeleólogo británico Vernon Unsworth “pedófilo” (“pedo guy”) en un tuit, que luego borró.

Vernon Unsworth se había burlado del multimillonario de querer dar un “golpe publicitario” con el envío de un submarino de diseño propio para rescatar a unos niños atrapados en una cueva de Tailandia.

El tuit le valió a Musk una demanda por difamación en un tribunal de Los Ángeles del cual fue absuelto en diciembre del 2019.

El enojo de la SEC

El 7 de agosto del 2018, Musk anunció que tenía el financiamiento suficiente para sacar a Tesla de Wall Street por US$ 420 la acción, eso sí, sin aportar ninguna prueba.

Por esto, el regulador bursátil estadounidense, la SEC, le exigió que renunciara a la presidencia del consejo de administración de Tesla, que pagara una multa de US$ 20 millones y que posteriormente exigiera que sus tuits directamente relacionados con el negocio de Tesla fueran aprobados previamente por un abogado competente.

Musk impugnó esta última medida en los tribunales a principios de marzo pasado.

Bromas

“Al menos el 50% de mis tuits los escribo en un trono de porcelana”, dijo el ejecutivo, aficionado a las bromas de dudoso gusto, en noviembre del 2021.

En octubre, había tuiteado que le gustaría abrir una universidad llamada “Texas Institute of Technology & Science”, lo que provocó las risas de sus numerosos seguidores, ya que el acrónimo, “TITS”, significa “tetas”.

Unas semanas más tarde, una empleada de Tesla presentó una denuncia alegando una “cultura de acoso sexual” en la fábrica de California.

Sondeo

El 6 de noviembre del 2021, Musk lanzó una consulta para saber si debía o no vender el 10% de sus acciones de Tesla. Alrededor del 58% de los 3.5 millones de votantes respondieron favorablemente.

Según The Wall Street Journal, la SEC abrió una investigación para determinar si Musk y su hermano Kimbal cometieron tráfico de información privilegiada en torno a la venta de acciones. El precio de las acciones cayó a raíz de la investigación.

Criptomonedas

En mayo del 2021, Musk anunció que Tesla aceptaría pagos en bitcoin, la criptomoneda más famosa, pero luego echó pie atrás al mencionar el impacto de la minería (la técnica de creación de criptodivisas) en el medioambiente.

También utilizó Twitter para elogiar a Dogecoin, una criptomoneda que fue originalmente paródica, gracias a lo cual parece haber ayudado a disparar su precio.

Duelo contra Putin

“Desafío a Vladimir Putin a un combate de hombre a hombre”, dijo Musk el 14 de marzo. El ganador se quedaría con Ucrania, país que Rusia había invadido tres semanas antes.

“¿Aceptas esta lucha?”, añadió en otro mensaje, en ruso, dirigido al Kremlin.

Amor difícil

A Musk le encanta criticar a Twitter. Hizo una serie de comentarios despectivos a principios de abril, antes de anunciar su intención de adquirir esa plataforma.

Por ejemplo, se preguntó si acaso la red social estaba “muriendo”, mencionó cuentas con muchos seguidores, pero poca actividad, y sugirió que podría “convertir la sede de Twitter en San Francisco en un refugio para indigentes, ya que nadie va allí de todos modos”. Pero esos tuits desaparecieron de su perfil.

También publicó recientemente los resultados de una consulta en la que preguntaba a sus seguidores si creían que la empresa respetaba “rigurosamente” la libertad de expresión. Más del 70% de los dos millones de votantes respondieron “no”.

“¿Es necesaria una nueva plataforma?”, se preguntó entonces el multimillonario.

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