Christian Lengua
Entre las opciones que tienen las startups peruanas para levantar capital, la mayor parte está en el extranjero. Pero otra porción, con expectativa de crecimiento en el Perú, son las inversiones ángeles. Estos fondos buscan emprendimientos tecnológicos en etapa temprana de desarrollo y se involucran asegurando su crecimiento y buen rendimiento a corto plazo.
Luis Narro, director ejecutivo de la Asociación Peruana de Capital Semilla y Emprendedor (Pecap), comentó que la inversión ángel tiende a ser muy local, porque quiere estar cerca del emprendimiento que recién está empezando. De hecho, en Perú la mayoría de inversión ángel sigue siendo de fuente local, pese a que se ha detenido un poco, expresó.
Según cifras del Pecap, luego de un 2017 con US$ 1.9 millones de inversiones ángeles en Perú, el pico llegó al año siguiente a reportar US$ 7.5 millones. Esto fue gracias a un programa del Ministerio de la Producción de apoyo para generar redes de inversión ángel. Luego, en el 2019 bajó a US$ 4.5 millones y se mantuvo con una cifra similar el 2020.
“No se ha desacelerado del todo, pero ya no hemos visto crecimiento, y eso tiene que ver mucho con el contexto de pandemia y político en el Perú. El inversionista hoy en día no tiene apetito de riesgo y, más bien, está tomado posiciones defensivas”, sentenció Narro.
En esa línea, José Deustua, director de UTEC Ventures, indicó que hoy en día todas las inversiones ángeles se han detenido hasta que se dé la segunda vuelta electoral, esperando si gana un candidato u otro. Precisó que al ser esta una inversión de alto riesgo, el contexto político eleva más el riesgo y puede hacer que se caiga la inversión.
“Vemos un año duro, salvo que quien salga elegido pueda dar esa confianza al mercado”, refirió.
Añadió que desde la aceleradora de negocios lo que notan, sobre todo este año, es que las startups están levantando capital afuera. Un 75% de las inversiones vienen del extranjero, y para ello debes operar en otros países, expresó.
Antes, el camino del emprendedor peruano era buscar fondos en Perú y luego buscaba fondos afuera. Hoy, antes de generar recursos en Perú, están generando ingresos afuera. Además, dijo que la inversión peruana en emprendimientos peruanos todavía no es tan grande como en otros países de la región.
Narro coincide con esta idea, y añade que finalmente una startup peruana es simplemente peruana en su origen, porque tienden a operar en otros mercados. Y la pandemia ha roto un poco las barreras que hay para contactar inversionistas de otros países a través de reuniones virtuales.
No obstante, el ejecutivo de Pecap insiste en que se debe desarrollar la oferta local, de lo contrario va a ser difícil que los emprendedores puedan financiar las etapas iniciales de sus proyectos.
Acotó que el Estado, a través de la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide), lanzará por estos días un Fondo de Capital para Emprendimientos Innovadores. Independientemente del contexto político, Narro confía en que esta iniciativa generará un crecimiento importante en el acceso al financiamiento.
“Nos entusiasma que el mercado peruano es todavía pequeño en comparación con la región, hay mucho potencial de crecimiento para igualar montos de inversión como en Colombia, Chile y Argentina. En el caso de Argentina invirtieron casi US$ 300 millones el año pasado en startups y sabemos que el contexto no es tan favorable. Por lo que vemos oportunidad de crecer en Perú”.
¿Qué ofrecen?
Más allá del dinero, los incentivos del inversionista ángel tienden a estar muy alineados con el emprendedor, pero sabe que este no va a tener todas las herramientas para el negocio. Una parte importante es la red de contactos comerciales porque el emprendedor no solo levanta dinero una vez, sino que hace bastantes rondas en el ciclo de vida de la compañía.
Muchas veces se convierte en una especie de mentor interno, director, o es parte del comité de advisors, desde donde acompaña el negocio. “A eso se le llama capital inteligente. Es un poco teórico, pero dice que más importante que el dinero es el acompañamiento. Y en Perú termina siendo una realidad porque vemos que las mejores compañías tuvieron inversionistas ángeles que contribuyeron con su crecimiento desde el inicio”, sostuvo Narro.