El compliance, o cumplimiento normativo, consiste en establecer las políticas y procedimientos adecuados y suficientes para garantizar que una empresa, incluidos sus directivos, empleados y agentes vinculados, cumple con el marco normativo aplicable.

¿Cómo está el Perú en este tema?, pues Juan Ignacio Piña, socio de Balmaceda, Cox & Piña Abogados, indicó que todavía es muy prematuro evaluar los programas de compliance entre las empresas del Perú.

“La Ley de Responsabilidad Administrativa de la Empresas ha entrado en vigencia hace poco tiempo y por lo tanto no tenemos una muestra suficiente respecto de cómo se está trabajando concretamente”, dijo.

Sin embargo, mencionó que se ha podido ver un interés muy marcado de las empresas peruanas por trabajar seriamente estos temas.

“Nosotros ya estamos haciendo varios modelos de cumplimiento y hemos visto un trabajo muy intenso especialmente en la gestión de riesgos, que es el punto más crítico”, anotó.

En diálogo con Gestion.pe, manifestó que el compliance es un término más relevante para las empresas peruanas por tres motivos y el primero es porque con la Ley de Responsabilidad Administrativa de las Empresas, el Estado les ha puesto nuevas obligaciones sobre sus hombros y deben cumplirlas.

“Segundo, porque la experiencia en países vecinos ha sido muy conocida y muchas empresas han terminado condenadas por la responsabilidad que les cabe por delitos de sus socios, controladores o administradores principales. Tercero, porque cuando uno mira la experiencia en Europa y EE.UU se da cuenta de un camino sin regreso en estos temas”, añadió.

El especialista indicó que un buen modelo de compliance, que sea bien diseñado y bien implementando, debe interferir lo menos posible en las operaciones de las compañías.

“Tiene que implicar cambios, incluidas nuevas políticas, nuevos procesos y nuevos controles. Pero el desafío para quien los diseña es conseguir el cambio en la cultura corporativa afectando lo menos posible su operación”, explicó.

Piña es de origen chileno y afirmó que existen muy pocas diferencias entre Chile y Perú en la implementación de los programas de compliance.

“Los modelos de cumplimiento tienen una serie de estándares internacionales que ya son bien conocidos por lo que en su implementación no hay grandes diferencias. Las verdaderas diferencias se ven empresa a empresa, porque cada modelo de prevención es un traje a medida según la identificación y cuantificación de riesgos de cada una de ellas”, acotó.

Aunque señaló que la legislación que sigue Chile tiene casi 10 años, por lo que ese país tiene mucha experiencia acumulada tanto desde la perspectiva de la persecución de delitos, los criterios de los tribunales y “también de aquellos que nos hemos dedicado a diseñar e implementar modelos de cumplimiento en grandes, medianas y pequeñas empresa”.