Chuquicamata
Chuquicamata

La división de la Corporación del Cobre () de Chile acusó a dirigentes sindicales de promover la violencia en la mina del mismo nombre, tras choques entre trabajadores en huelga y la Policía ocurridos durante la noche del lunes y la madrugada de este martes.

Los incidentes se produjeron luego que tres sindicatos, que agrupan a 3,200 trabajadores y están en huelga desde el pasado viernes, por desacuerdos en el proceso de negociación colectiva, decidieron instalar campamentos en los accesos a la mina, acompañados de sus esposas e hijos.

No obstante, al llegar al lugar se encontraron con carabineros que trataron de disolver la caravana con gases lacrimógenos, chorros de agua y balines de goma, generándose enfrentamientos que culminaron con al menos una docena de detenidos.

Mientras los trabajadores denunciaron hoy la represión en su contra, la compañía estatal denunció que la manifestación impedía que los trabajadores que no están en huelga pudieran entrar o salir libremente del yacimiento.

"Estas acciones de fuerza ilegales, que fueron promovidas públicamente por algunos dirigentes, son la muestra del nulo respeto que tienen por sus propios compañeros, que fueron expuestos a riesgos, amedrentados cobardemente e impedidos de regresar a sus hogares", sostuvo Codelco en un comunicado, agregando que comenzará acciones legales contra los responsables.

Liliana Ugarte, presidenta del sindicato número 2 de la mina, aseguró en tanto que los huelguistas fueron amenazados previamente con un desalojo inmediato si instalaban el campamento.

Agregó que los huelguistas no bloquearon el acceso, sino que "hay un excesivo contingente policial, un ataque directo a los trabajadores".
"Están acostumbrados a mentir, ellos generaron este clima", apostilló Ugarte en declaraciones a medios locales.

La compañía, que asegura que a pesar de la huelga la mina ha continuado funcionando, acusó a los dirigentes sindicales de promover acciones ilegales y radicalizar la huelga, lo que "en nada colabora para generar un clima de entendimiento en este proceso de negociación colectiva".

La minera estatal ha señalado que la huelga no ha paralizado la producción de la mina y espera que alcance un 60% de lo normal.
La huelga se materializó el pasado viernes luego que los sindicatos rechazaron una última oferta de la empresa, que incluía beneficios por 14.1 millones de pesos (unos US$ 20,200) para cada trabajador.

De forma adicional, ofrecía un ajuste salarial de 1.2% y mejoras en los planes de salida de trabajadores una vez que se concrete la transformación de la mina de rajo abierto a subterránea.

Esa transformación es uno de los proyectos estructurales de Codelco para modernizar y extender en unos 50 años la vida útil de sus principales yacimientos, e involucra en el caso de Chuquicamata una inversión de US$ 5,500 millones y la salida de unos 1,500 trabajadores.

El conjunto de proyectos estructurales prevé una inversión de US$ 18,000 millones.

Los sindicatos han señalado que la huelga "no es por plata", sino por la negativa de la compañía a mejorar la atención en salud de los trabajadores que perderán sus empleos cuando concluya la transformación de la mina.

Según analistas, cada día de huelga en Chuquicamata supone una pérdida superior a US$ 5 millones.