Chile: escasez de agua comienza a afectar al mayor proveedor de cobre del mundo

Aunque Cerro Colorado, de BHP, es una operación pequeña que está llegando al final de su vida útil y el recorte de las directrices de Antofagasta no es enorme, las interrupciones ilustran los retos que plantea la explotación de minas en uno de los desiertos más secos del mundo. Las minas de cobre han estado bombeando agua de los acuíferos bajo el suelo durante décadas, muchas veces en detrimento de las comunidades locales.

El problema ha cobrado importancia recientemente, a medida que el desierto se expande hacia el sur en medio de una sequía de una década de duración, potencialmente exacerbada por el calentamiento global. La industria ha respondido intensificando los esfuerzos para cambiar al agua de mar, que se espera que represente casi la mitad de su consumo total de agua en 2031.

Chile está redactando una nueva Constitución tras las protestas masivas contra las injusticias sociales, y los legisladores presionan para que se reforme un sistema hídrico que ha dependido en gran medida de la empresa privada y de las fuerzas del mercado para asignar derechos y brindar servicios.

En ese contexto, un tribunal ambiental tomó la sorprendente medida de bloquear, aunque temporalmente, el uso de agua del acuífero de Lagunillas por parte de Cerro Colorado a partir del 1 de octubre, mientras se resuelve una demanda que acusa a la operación de daño ambiental.

La empresa dijo que “evaluará los cursos de acción con base en los instrumentos que el marco legal contempla y tomará acciones operativas para cumplir con las medidas que estén disponibles”.

La más pequeña de las tres minas de cobre de BHP en Chile se ha enfrentado a la oposición de las comunidades locales por su uso de las aguas subterráneas. El año pasado anunció planes para reducir las operaciones, adelantando una reducción programada antes del vencimiento de sus permisos en el 2023. En ese momento, la empresa dijo que continuaría explorando opciones para prolongar la explotación más allá del 2023 utilizando agua de mar.

Antofagasta reduce objetivo de producción

Antofagasta Plc advirtió que producirá menos cobre de lo esperado este año, ya que la actual sequía que afecta a Chile dificulta sus operaciones.

Chile, que incluye uno de los desiertos más áridos del mundo, ha estado luchando con una sequía de una década exacerbada por el cambio climático. Esto está afectando a mineros, agricultores y vinicultores y ha llevado al Gobierno a reformar su código de aguas.

Antofagasta ahora espera producir entre 710,000 toneladas y 740,000 toneladas de cobre este año, por debajo de su proyección anterior de 730,000 toneladas a 760,000 toneladas. Las acciones de la compañía llegaron a caer 5.9% en las operaciones de Londres.

“Este año ha sido el más seco de una sequía de 12 años en Chile”, dijo Antofagasta en un comunicado el jueves. “Dado que la temporada tradicional de lluvias se extiende dese junio hasta septiembre, es cada vez más probable que los bajos niveles de precipitación continúen hasta al menos el invierno del hemisferio sur del próximo año”.

Antofagasta está construyendo una planta desalinizadora que, según la compañía, reducirá sustancialmente los riesgos de escasez de agua.

Sin embargo, no está previsto que entre en funcionamiento hasta el segundo semestre del 2022, y Antofagasta advirtió que podría perder otras 50,000 toneladas de producción de cobre el próximo año.

A pesar de la sequía, Antofagasta se unió a muchos de sus pares al registrar una ganancia récord en el primer semestre después de que el cobre alcanzara un máximo histórico. Las ganancias se duplicaron con creces a US$ 2,360 millones con respecto al año anterior, y la compañía informó que pagará un dividendo de 23.6 centavos por acción.