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Robert Swan, máximo responsable de de forma interina durante los últimos siete meses, ocupará el puesto de forma permanente, según anunció hoy la empresa.

Swan, de 58 años y que anteriormente había sido director financiero de la firma desde el 2016, se convierte en el séptimo jefe de Intel en sus 50 años de historia.

Su antecesor, Brian Krzanich, dimitió en junio del año pasado tras descubrirse que mantuvo una relación sentimental no autorizada con una persona empleada en la compañía.

Swan tomó entonces el relevo de forma interina y, tras un largo proceso de selección, la junta directiva de Intel ha decidido darle el cargo de forma definitiva.

"Consideramos a muchos ejecutivos excelentes y llegamos a la conclusión de que la mejor elección es Bob (nombre por el que se conoce a Swan)", explicó en un comunicado el presidente de la junta, Andy Bryant.

Según Bryant, entre otras cosas se tuvo en cuenta el gran trabajo de Swan durante los últimos siete meses, reflejado en los "espectaculares resultados" del 2018.

El fabricante de chips cerró el pasado año con unos beneficios de US$ 21,053 millones, más del doble de lo que ganó en el ejercicio anterior.

Swan, por su parte, aseguró que no dudó en aceptar el puesto y destacó que el actual es un momento muy interesante para Intel: "2018 fue un año espectacular y estamos en plena transformación de la empresa para perseguir la mayor oportunidad de mercado de nuestra historia".

Intel está expandiendo sus negocios de forma importante en áreas como los centros de datos, la inteligencia artificial y los vehículos autónomos.

La compañía anunció también hoy que Todd Underwood, su actual vicepresidente de Finanzas, va a asumir de forma interina el puesto de director financiero mientras se busca a un candidato que ocupe ese cargo de forma definitiva.

Hoy, tras dar a conocer los nombramientos, las acciones de Intel en la Bolsa de Nueva York retrocedían algo más de un 2%.

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