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Consorcio Financiero SA planea utilizar los fondos de su primera salida exitosa de una inversión de capital de riesgo para continuar adquiriendo participaciones entre las crecientes startups financieras de América Latina.
Consorcio, cuyos orígenes se remontan a hace más de 100 años cuando era una compañía de seguros chilena, fue uno de los primeros inversionistas en Pago Fácil, una empresa de servicios de pago que se vendió este mes a Evo Payments, con sede en Atlanta, y a la entidad local Banco de Crédito e Inversiones por un monto que no fue revelado.
Fue nuestra primera salida y nuestros retornos fueron espectaculares, dijo Tomás Zavala, gerente corporativo de desarrollo de Consorcio. La empresa está evaluando otras seis posibles inversiones, todas en el sector financiero. Las nuevas adquisiciones tienen que encajar bien en Consorcio, con innovaciones o productos que complementen sus propias operaciones de seguros, préstamos y administración de activos.
A diferencia de los principales actores en el creciente escenario de capital de riesgo en América Latina, como Kaszek Ventures, con sede en São Paulo, o Mountain Nazca, con sede en Santiago, Consorcio no ha creado un vehículo de inversión separado para sus adquisiciones.
En su lugar, decidió invertir dinero directamente de su propio balance, y la gerencia de Consorcio participa en la búsqueda y evaluación de posibles adquisiciones. Esto tiene la ventaja de obligar a los gerentes a pensar de forma diferente, dijo Zavala. Si no distrae a los gerentes de sus actividades del día a día, nunca innovarán, dijo Zavala.
Consorcio destinó solo US$ 10 millones a sus adquisiciones de capital de riesgo, pero con la ganancia inesperada de la salida de Pago Fácil, esa cantidad podría aumentar, señaló Zavala. La inversión promedio ha sido de alrededor de US$ 1 millón. Consorcio también tiene participaciones en la plataforma canadiense de seguros de vida Policyme y en la argentina ElegirSeguro, que ofrece servicios de corretaje de seguros.
La operación más reciente de Consorcio fue en mayo, cuando lideró una ronda de financiamiento de US$ 2.1 millones en RocketBot, una empresa con sede en Santiago que ofrece servicios de automatización de procesos robóticos, que le dio una valoración de alrededor de US$ 12 millones.
RocketBot planea usar los fondos para abrir oficinas en España y Estados Unidos con el objetivo de aumentar su número de clientes a unos 500, dijo en una entrevista el CEO de la compañía, Juan Jorge Herrera. Una nueva ronda de financiamiento podría realizarse en 12 a 18 meses para alcanzar una valuación de más de US$ 30 millones, señaló Herrera.
América Latina ha experimentado un aumento de la actividad de capital de riesgo en los últimos años, ya que los inversionistas buscan una mayor rentabilidad para su dinero. La región ofrece grandes oportunidades de crecimiento para los residentes que compran en línea por primera vez, por ejemplo, o que nunca antes habían tenido una cuenta bancaria.
La región superó los US$ 4,000 millones en acuerdos por segundo año consecutivo, y en el 2020, se concretaron un récord de 488 operaciones, según la Asociación de Inversión de Capital Privado y Capital de Riesgo en América Latina, conocida como LAVCA. Las salidas en la región alcanzaron un récord de US$ 11,000 millones.