Boeing
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ha aprendido el valor del axioma "si no puedes vencerlos, únete a ellos".

La compañía de US$ 194,000 millones anunció el jueves los términos preliminares de una empresa conjunta de aviones comerciales con el fabricante de aviones regionales brasileño Boeing califica la sociedad como una "evolución" de años de colaboración entre las empresas en la investigación.

Estoy seguro de que es solo una coincidencia que Boeing decidiera concretar más formalmente la relación de las empresas después de que su rival Airbus SE adquiriera una participación mayoritaria en el programa de la C Series de y pusiera el foco en el vacío de aviones regionales en la línea de Boeing.

Embraer retendrá sus divisiones de aviones privados y de defensa, una estructura que parece destinada a apaciguar a los reguladores brasileños que tenían la facultad de rechazar un acuerdo y ven al fabricante de aviones como un campeón de la industria nacional.

La empresa conjunta con Boeing valora las operaciones de aviones comerciales de Embraer en US$ 4,750 millones, más que el valor de mercado que tenía la empresa completa a fines de la semana pasada. La caída que registraban las acciones de Embraer el jueves sugiere que los accionistas aún esperaban más.

Con razón: los aviones comerciales representaron casi el 60% de los ingresos de Embraer el año pasado, pero fue la única división que tuvo ingresos operativos positivos en el período.Dicho esto, es un buen resultado para Embraer, que habría tenido dificultades para competir solo contra la escala y el alcance de comercialización de un Airbus-Bombardier combinado.

Se espera que Boeing pague en efectivo por su participación, según Reuters. Es un acuerdo bastante bueno para el fabricante de aviones, pero se presenta como una maniobra defensiva.

Recordemos que no hace mucho tiempo, Boeing miraba con recelo al mercado de aviones pequeños, argumentando que la dinámica de ganancias no era "terriblemente atractiva". Asimismo, criticó la asociación Airbus-Bombardier, calificándola de "cuestionable".Y, sin embargo, ahora quiere que los accionistas vean la transacción con Embraer de manera diferente.

La ironía es que el propio Boeing puso en marcha la cadena de eventos que lo llevaron a buscar una posición en el sector de jets regionales. Acusó a Bombardier de utilizar los subsidios canadienses para competir de manera injusta por un contrato de Delta Air Lines Inc., a pesar del hecho de que, para empezar, Boeing no era un candidato legítimo para ese acuerdo, como lo demuestra su necesidad de obtener el control de la línea de aviones regionales de Embraer.

Persuadió al Departamento de Comercio de EE.UU. para imponer fuertes aranceles a Bombardier, los que finalmente fueron revocados por la Comisión de Comercio Internacional, pero en el intertanto, el hostigamiento de Boeing empujó a Bombardier a los brazos de Airbus, el que no realizó ningún pago por adelantado por su participación en un programa de la C Series que ahora se ve mucho más lucrativo con menos acceso restringido a los mercados estadounidenses.

Boeing dice que la transacción de Embraer no afectará su orientación financiera para el 2018, estrategia de despliegue de capital o compromiso de devolver alrededor del 100% de su flujo de caja libre a los accionistas.

Ese será un punto clave para los inversionistas. Aun así, este acuerdo lleva a Boeing en una dirección diferente de la que los accionistas esperaban, y debería ser un poco discordante que la empresa revirtiera el rumbo para priorizar un mercado que hace tan poco despreciaba.

La transacción de Embraer no aporta mucho para el objetivo de Boeing de construir un negocio de US$ 50,000 millones centrado en ventas con márgenes más altos de partes y servicios postventa.

Quizás el mayor beneficio en este frente son las capacidades de fabricación de bajo costo de Embraer, lo que Boeing podría aprovechar conforme aumenta la fabricación interna de partes, señala el analista de Canaccord Genuity Ken Herbert.

Esa es una propuesta de valor interesante para una empresa que obtuvo un reconocimiento de "Dios bendiga a Boeing" del presidente Donald Trump hace aproximadamente un año por sus esfuerzos de fabricación y contratación en EE.UU.

Las acciones de Boeing prácticamente no registraban variación tras la noticia del acuerdo con Embraer. Es muy probable que eso refleje algo de alivio de que el último desembolso de efectivo no fuera más alto, pero también la comprensión de que este acuerdo es más defensivo que ofensivo.

Por Brooke Sutherland

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.