En alianza con MIT Tech Review en español, Everis desarrolló el estudio “La agilidad en Latinoamérica”. Y entre sus hallazgos, encontró que 49% de las empresas de la región encuentra resistencia al cambio en el proceso de convertirse en compañías ágiles.
En su momento, el principal desafío en la adopción de la agilidad -capacidad de adaptación al cambio, eficiencia y generación de conocimientos rápidos- era precisamente la falta de conocimiento; sin embargo, la situación hoy es diferente.
“A medida que el volumen de empresas comienza la adopción, la resistencia se ha instalado como el principal impedimento”, señala el estudio que incluye entrevistas a líderes de empresas de México, Perú, Colombia, Brasil, Argentina y Chile. Estas incluyen 26 de empresas consideradas de las 500 más grandes de Latinoamérica.
La consultora multinacional de negocios y tecnología consideró que el involucramiento de los líderes es indispensable para sumar adeptos y facilitar los cambios necesarios.
En tanto, el 37% de los entrevistados indicó que la consolidación del modelo y el escalamiento a toda la organización son grandes retos a enfrentar, pues demanda la transformación de directivos y gerentes, quienes deberán dejar de lado las estructuras jerárquicas tradicionales.
Por su parte, el 20% ve a la reestructuración organizacional, los nuevos balances de poder y la definición de nuevos puestos en la organización como otros de los grandes retos a resolver; y un porcentaje similar identifica a la regulación como un obstáculo.
“En el sector de la banca, la regulación relacionada con la privacidad de datos y su uso incide en la capacidad de desarrollar servicios más personalizados”, anota Everis.
Áreas y ventajas
Si bien la distribución de áreas que han adoptado estrategias de agilidad es diversa en la región, son principalmente las áreas de IT/Software (30%) y de Innovación o I+D (29%) las que han desarrollado la primera fase de adopción.
En segunda instancia y como soporte, el área de Recursos Humanos se ha ido sumando paulatinamente (14.4%).
“Poco más de la mitad de las organizaciones entrevistadas considera que hasta un 25% de los proyectos que se están llevando a cabo internamente están desarrollándose bajo metodologías ágiles”, añade el estudio.
A partir de estas metodologías, tres de cada cuatro empresas afirman haber mejorado su habilidad para gestionar la distribución de equipos y la flexibilización de los procesos.
En tanto, nueve de cada 10 entrevistados destacó el incremento en la rapidez en las entregas de productos o servicios, la alineación entre las áreas de tecnología con el negocio y la habilidad para gestionar el cambio de prioridades.
Asimismo, 52% de las empresas opina que la transformación ha reducido los costos, el 68% ha evidenciado una mejora en la reducción de riesgos y un 94% ha visto mejoras en la rapidez y alineamiento de TI con el negocio.
Impacto de COVID-19
Aunque el 38% de la muestra no contaba con equipos trabajando en remoto para el desarrollo de proyectos en el confinamiento por el COVID-19, los entrevistados sostienen que la agilidad es un gran apoyo en la migración al trabajo remoto y el cambio de funciones.
“La mentalidad abierta y el mejor entendimiento del impacto en los planes del negocio han facilitado los cambios provocados por la crisis”, mencionan.
Y si bien este cambio hacia el trabajo remoto impacta en los principios de la agilidad, los equipos que ya habían adoptado esta capacidad han podido mantener una buena comunicación y adaptarse mejor al cambio en la pandemia.