Carlos Ghosn. (Foto: Bloomberg).
Carlos Ghosn. (Foto: Bloomberg).

Pionero y visionario, ha sido también un ejecutivo ambicioso proclive a excesos que pueden haber contribuido a su sorpresiva caída en desgracia como jefe del conglomerado que más autos vende en el mundo.

Ghosn revivió en Francia y en Japón, para luego integrarlas a una alianza con Mitsubishi Motor Corp.

Conocido por su empeño en reducir costos, a nivel personal dilapidaba dinero gracias a los ingresos cuantiosos que recibía de las tres empresas. Su boda con su segunda esposa en octubre del 2016 en el Grand Trianon de Versalles incluyó actores ataviados como en el siglo 18, una gigantesca torta y cantidades de regalitos.

Ghosn, sin embargo, fue detenido el 19 de noviembre acusado de falsificar informes financieros y de malversar dinero de Nissan. Los fiscales sospechan que no declaró en su totalidad ingresos del orden de los US$ 44 millones en cinco años. El hombre que alguna vez fuera considerado el ejecutivo de la industria automovilística más importante de Francia y de Japón vive hoy en condiciones espartanas en un centro de detención donde hay reos condenados a muerte y donde hace poco fue ejecutado Shoko Asahara, el líder de una secta japonesa que perpetró ataques terroristas.

Todavía no se han radicado cargos formales y Ghosn no ha hablado en público de sus problemas, pero la semana pasada la junta directiva de Nissan, en decisión unánime, puso fin a sus 19 años al frente de la empresa. La junta de Renault decidió retenerlo como director ejecutivo a la espera de que se resuelva su caso, pero designó un reemplazante temporal.

Mitsubishi también despidió a Ghosn el lunes por unanimidad de su junta directiva. Su director ejecutivo Osamu Masuko tomará las riendas de la empresa hasta que sus accionistas decidan qué hacer.

Ghosn es admirado en Japón por haber revivido a un Nissan que estaba al borde de la bancarrota, pero también era temido por su tendencia a reducir gastos a cualquier costo. De entrada eliminó miles de puestos de trabajo en Nissan y cerró fábricas en un país acostumbrado a garantizar empleos de por vida.

En las dos décadas siguientes, Ghosn cambió la rígida cultura empresarial de Nissan, promoviendo a muchas mujeres a cargos ejecutivos y renovando los diseños de los autos y el márketing.

Suspendió los pagos a los “sokaiya” -- unas especies de gángsters del mundo empresarial que se dedican a extorsionar a empresas o ejecutivos para no revelar información perjudicial--, en lo que fue considerado un gesto valiente.

Ghosn cobraba mucho más que el presidente de Toyota en un país donde los grandes ejecutivos son considerados asalariados y muchos perciben sueldos relativamente modestos. Confirmando su condición de ícono, es el personaje central de una manga, como se les dicen a los libros de historietas en Japón.

Los ejecutivos de Nissan reconocen que Ghosn trabajaba duro, sabía escuchar y guiar al personal para que cumpliese con objetivos claros. Se preocupó por mostrar su respeto a la cultura japonesa, posando en kimonos, visitando fábricas y comiendo fideos en cafeterías de la empresa.

Pero también pasó mucho tiempo trotando por el mundo en jets privados, frecuentando grandes eventos, como el foro económico mundial de Davos, Suiza; el festival de cine de Cannes y desfiles de modas en París.

Sus éxitos empresariales y su celebridad le dieron una estatura de astro del rock en los festivales automovilísticos. Un empleado que habló a condición de no ser identificado porque la investigación de los manejos de Ghosn está en desarrollo, afirmó que era un gran jefe: preciso, comunicativo, agradable y con buen sentido del humor. Pero que también generaba cierto resentimiento en la empresa.

Denuncias que circularon en la prensa japonesa, sin ser confirmadas, indican que usó fondos de Nissan en costosas viviendas en París, Beirut, Río de Janeiro y Amsterdam, así como en vacaciones para su familia y otros gastos personales.

El director ejecutivo de Nissan Hiroto Saikawa opinó que las irregularidades de su jefe constituyen una verdadera traición. Sostuvo que se le había dado demasiado poder y un exagerado reconocimiento.

“Cuesta expresarlo en palabras, pero lo que siento va más allá que remordimiento, es indignación”, declaró Saikawa tras el arresto de Ghosn.

Nacido en Brasil, donde su abuelo libanés había ido en busca de fortuna, Ghosn se fue a vivir a Beirut de niño. Cristiano maronita, recibió una estricta educación jesuita. Cursó estudios superiores en Francia, en las exclusivas Ecole Polytechnique y Ecole des Mines.

Se inició en la industria automovilística en el área de neumáticos. De veinteañero dirigió una fábrica de Michelin en el centro de Francia y posteriormente se hizo cargo de las operaciones de la empresa en Sudamérica, basado en Brasil. Fue luego director ejecutivo de Michelin en América del Norte, basado en Estados Unidos, antes de pasarse a Renault.

En el 2006 Gran Bretaña le dio el título de caballero honorario. El Líbano, orgulloso de sus éxitos, emitió el año pasado una estampilla con su imagen. En Francia, donde el gobierno es accionista de Renault, se reunía con figuras importantes.

Ghosn siempre ha dicho que su éxito obedece al hecho de que se maneja entre varias culturas y a su condición de “marginal” perenne que nos e ve obligado a acatar las tradiciones. Su autobiografía del 2003, uno de varios libros que escribió, se titula “Ciudadano del Mundo”.

“Ayuda venir de afuera porque nadie piensa que participaste en las decisiones del pasado”, manifestó en una entrevista con la Associated Press en el 2005. “Ayuda cuando la empresa enfrenta una crisis”.

Los fiscales están interrogando a Ghosn y decidiendo si se lo lleva a juicio. Mientras tanto es poco lo que se sabe sobre su caso. Pero hay quienes creen que el escándalo responde en parte a fricciones entre Renault y Nissan: Algunos medios franceses dicen incluso que la detención de Ghosn puede haber sido tramada por Saikawa.

El gobierno francés, por su parte, expresó preocupación por el futuro de la alianza entre Renault y Nissan, que desea profundizar.

La alianza encabeza las listas de ventas y sería trágico si el escándalo socava el legado de Ghosn, según Janet Lewis, directora administrativa de Macquarie Capital Securities de Tokio.

“Hizo cosas que le hubieran resultado muy difíciles a alguien de adentro”, manifestó. “Dada la naturaleza multicultural de la cúpula ejecutiva de Nissan, que yo admiro mucho, creo que se manejó muy bien y logró que personas de distintos orígenes trabajasen juntas”.

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