La filosofía de la marca República del Cacao es la de trabajar sin intermediarios y en contacto directo con el productor, donde el punto crucial es impulsar la preservación del , el que obtiene esa denominación debido a sus características sensoriales que se distinguen de otras partes del mundo.

"Dicha variedad se encuentra en proceso de extinción y lo que busca República del Cacao es que el agricultor prefiera cultivar esta variedad y distinguir su producción entre otras", anotó en un comunicado.

La marca de chocolates República del Cacao llegó al Perú en el año 2013 y desde entonces se ha comprometido a proteger el cacao fino de origen del Perú, insumo natural con el que elaboran los chocolates que hoy exponen dentro del peculiar mercado peruano que va despertando ante la producción de buen chocolate.

Indicó que el Perú el noveno productor de cacao en el mundo y cuenta con un gran potencial natural, por lo que la firma decidió apostar por este suelo y se alió con Norandino, una cooperativa piurana que integra el trabajo de alrededor de 7,000 familias productoras de las diversas zonas de influencia cacaoteras como Tumbes, San Martín y el mismo Piura.

En Piura, la empresa realiza el proceso de tostado, molido y lo convierten en materia prima exclusivo para República del Cacao.

Sin embargo, advirtió que los estragos que dejó el fenómeno del a inicios del 2017 fueron varios en Piura, por lo que ante las múltiples necesidades de los finqueros aliados de la Cooperativa Norandino, la República del Cacao otorgó un donativo de más de S/ 10,000 para a la repontenciación de procesos de secados y fermentación de cacao en la Comunidad de Malingas, distrito de Tambo Grande, provincia de Piura.

Los productos característicos de la República del Cacao son las barras caracterizadas por resaltar ingredientes autóctonos para así posicionarlos dentro del mercado internacional, valorando insumos milenarios, dando como resultado una barra 100% peruana. La barra recomendada para los conocedores y amantes del chocolate es la del 75% de cacao.

Actualmente, la marca cuenta con seis puntos de venta cuyo público objetivo son los amantes del chocolate fino y el turista que busca llevar un recuerdo con sabor a Perú.

Los tres primeros puntos están ubicados en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, dos tiendas en el área del Food Court y otra en el Duty Free, también en el exclusivo Swissôtel de San Isidro; además de dos tiendas en Cusco.