Los gobiernos latinoamericanos con grandes necesidades de financiamiento y algunas corporaciones pueden considerar impulsar los planes de emisión a raíz del plan de la Reserva Federal de comenzar a deshacer su respaldo sin precedentes de deuda corporativa, según Bank of America Corp.
“El anuncio es otro motivo para que los emisores de América Latina piensen en si tiene sentido acelerar sus planes de emisión y emitir ahora o esperar hasta finales de año”, dijo en una entrevista Max Volkov, director de mercados de capital de deuda para América Latina del banco.
El banco central de Estados Unidos dijo el miércoles que planea comenzar a vender alrededor de US$ 13,700 millones de deuda corporativa y fondos cotizados en bolsa en su Línea de Crédito Corporativo del Mercado Secundario, que se lanzó el año pasado para ayudar a limitar el daño a la economía estadounidense por la pandemia del coronavirus.
Los soberanos latinoamericanos que aún no han completado sus planes de financiamiento y están pensando en prefinanciar las necesidades futuras pueden considerar cerrar acuerdos antes.
Los gobiernos generalmente requieren un tiempo de ejecución más corto en comparación con las empresas, que puede demorar hasta ocho semanas, dijo Volkov.
La cartera de acuerdos corporativos de BofA incluye prestatarios del sector industrial, infraestructura, consumo y minorista.
Las condiciones de endeudamiento han mejorado en las últimas semanas en medio de una volatilidad moderada en las tasas, “una buena señal para que los emisores detecten y tomen una decisión”.
Los gobiernos y las corporaciones de la región han recaudado alrededor de US$ 70,000 millones en acuerdos de deuda internacional en lo que va del año, un ritmo más lento en comparación con los US$ 79,000 millones emitidos en el mismo período el año pasado, según datos compilados por Bloomberg.
BofA ha participado en aproximadamente el 10% de las ventas, lo que lo convierte en la tercera aseguradora más grande de la región, según las clasificaciones de Bloomberg.
Volkov espera que la oferta alcance el volumen del año pasado a finales de año, en tanto las naciones aún necesitan financiar sus programas de estímulo.
Una “recuperación” en el mercado de alto rendimiento en medio de un fuerte apetito por deuda basura también proporciona “una buena motivación para los emisores que están indecisos”.
Un mercado de tasas más tranquilo está impulsando el apetito por las transacciones de larga duración, que están bien suscritas y “parece ser una oportunidad favorable para emitir en todas las partes de la curva”.