Bloomberg.- perdió ante la corona de la mayor marca de autos de lujo del mundo, finalizando su reinado de más de una década en medio de una cartera abarrotada de modelos que envejecen.

El año pasado, la automotriz con sede en Múnich vendió 80,000 autos menos que la marca de Daimler AG, que atrajo a los compradores jóvenes con rediseños deportivos y una colección más amplia de vehículos utilitarios deportivos cada vez más populares.

verá dificultada su recuperación por desafíos que van desde la desaceleración de la demanda en Europa hasta la amenaza de barreras comerciales en el Reino Unido y América del Norte.

Las entregas mundiales de aumentaron 5.2%, a 2 millones de autos, en el 2016, menos de la mitad del crecimiento de 11.3% de las entregas de , que ascendieron a 2.08 millones.

Audi, que se ubicó en tercer lugar, vendió 1.87 millones de autos en el 2016, 3.8% más que un año antes. estuvo detrás de BMW AG desde el 2005 y por un tiempo cayó al tercer puesto, por debajo de Audi, antes de que una línea renovada de vehículos utilitarios deportivos generara una fuerte recuperación en los últimos años.

Las ventas crecerán en niveles bajos, de un solo dígito, en el 2017, dijo el director de ventas de , Ian Robertson, en el salón del automóvil de Detroit.

Los vientos en contra a los que estará expuesta este año incluyen un debilitamiento de la demanda en el Reino Unido en medio de los preparativos para el Brexit y una desaceleración del crecimiento en China, señaló.

Si bien el máximo ejecutivo de BMW, Harald Krüger, dice que está más atento a la rentabilidad que a las ventas, necesita fondos para cubrir las crecientes inversiones en autos eléctricos y funciones de autoconducción.

Los tres fabricantes alemanes de autos de lujo se enfrentan a ese reto, además de la creciente competencia de la expansión de rivales más chicos como Jaguar, Volvo y Alfa Romeo y de recién llegados como Tesla Motors Inc.

es especialmente vulnerable porque no tiene las arcas bien provistas de una gran empresa controlante en la cual apoyarse. El aumento del gasto en investigación y desarrollo ha hecho caer la rentabilidad de BMW. También pesa en sus utilidades la renovación en marcha de su línea de productos.

"El desafío – y la oportunidad – en el 2017 es que entregue la nueva cartera de productos que está lanzando de manera dinámica en los próximos dos o tres años y luego convierta ese lanzamiento en un crecimiento de las utilidades, ya que necesita invertir en nuevas tecnologías", dijo Stuart Pearson, analista de Exane BNP Paribas en Londres.

"El mercado está competitivo en un momento en que el crecimiento del mercado final viene frenándose", agregó.

Las automotrices mundiales se enfrentan a enormes costos para desarrollar vehículos a batería y poder cumplir con el endurecimiento de las normas de emisiones, aun cuando los consumidores no estén comprando suficientes autos eléctricos como para que la inversión valga la pena.

BMW, que adoptó tempranamente la tecnología verde, se ha demorado en sumar productos eléctricos nuevos después de las tibias ventas de su auto urbano i3.

Los cambios políticos en mercados clave probablemente se sumen a los obstáculos que enfrenta BMW.

La compañía se vería fuertemente afectada por un impuesto aduanero a las automotrices que Donald Trump ha insinuado que podría aplicar y por cualquier nuevo arancel que se fijara como resultado de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, debido a sus fuertes inversiones en México y el Reino Unido.