Redacción Gestión

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(Bloomberg) BMW gastó US$ 250 millones en su primera fábrica en Brasil, que entró en operaciones el mes pasado y alcanzará una producción anual de 32,000 autos en tres a cuatro años. Eso puede compararse con una de US$ 1,000 millones en una nueva fábrica que producirá 150,000 autos en México para fines de la década. Si bien Nissan y Mercedes Benz también proyectan abrir plantas en Brasil valuadas en US$ 1,200 millones, gastan US$1.400 millones en una empresa conjunta en México junto a una fábrica de US$2.000 millones que Nissan inauguró en noviembre.

Brasil, el quinto mayor mercado automotor del mundo, es demasiado grande para ignorárselo en momentos en que el aumento de la clase media en la última década impulsa el crecimiento de las ventas de autos. Sin embargo, los elevados costos, una infraestructura pobre y escasos acuerdos comerciales significan que las exportaciones de Brasil no pueden competir en el exterior, dijo Arturo Piñeiro, máximo responsable ejecutivo de BMW do Brasil.

Eso lleva a las compañías automotrices a establecer fábricas pequeñas en Brasil para cubrir la demanda interna y a instalar las plantas más grandes en países como México, que tiene salarios más bajos y acuerdos con 44 países.

"Lamentablemente, en Brasil los costos –impositivos, laborales, logísticos- son demasiado altos", dijo Piñeiro en una entrevista en Sao Paulo. México es una economía mucho más abierta, mucho menos proteccionista, y tiene acuerdos bilaterales con casi todos los países que importan".

MéxicoEsa combinación pone a México en camino de desplazar este año a Brasil como principal productor de automóviles por primera vez en más de una década impulsado por las aperturas de fábricas conforme las compañías automotrices aumentan las exportaciones a los Estados Unidos, según la firma consultora y de análisis IHS Automotive.

Las de autos crecieron a 1.95 millones en los tres primeros trimestres, 8.7% más que en igual período del año pasado, según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, AMIA.

Las cifras brasileñas muestran un panorama diferente: en los tres primeros trimestres del año, las exportaciones cayeron a alrededor de 262,000, un 39% menos que en el mismo período de 2013, según datos que recopiló Bloomberg.

Si bien las exportaciones declinan, hay suficiente demanda interna para atraer empresas automotrices al país luego de que 40 millones de brasileños se incorporaran a la clase media en la última década, dijo Luiz Moan Jr., presidente de Anfavea, la asociación de la industria automotriz de Brasil. Hay un solo auto por cada 5,4 brasileños, en comparación con un ratio de 1-1,3 en los Estados Unidos. Hay 1.7 personas por auto en Francia, Alemania y Japón, y 3.7 en Argentina.