La situación mundial ha venido recuperándose en los últimos meses, con una perspectiva de crecimiento del PBI del 3% el 2016 al 3.4% este año. Hay que señalar que un 0.1% mundial es más o menos el 33% de la economía peruana; es decir, 0.4% de incremento en el PBI mundial es un 140% de toda la producción del Perú.
A nivel de empresa, en Bear Creek anhelamos hacer anuncios importantes. Pero de pronto nos encontramos resolviendo exigencias burocráticas, y de carácter técnico, para obtener la licencia de construcción en Corani, dentro del tiempo establecido en la ley. Después de estos trámites veremos qué otras cosas más podemos hacer.
Así, mantenemos nuestro interés por invertir US$ 700 millones en el proyecto Corani (Puno).
Estas son expectativas buenas, pero también hay temores. Estos se sustentan en la preocupación de si los potenciales escándalos políticos actuales y la falta de integración Gobierno/Congreso pueden desestabilizar las posibilidades de crecimiento en el país. Y está la ausencia de políticas proactivas sobre la minería que no reclama privilegios sino claridad en las reglas de juego.
En el sector minero tenemos a la vez retos favorables, pues la principal economía del mundo (Estados Unidos) aparentemente va a incrementar sus gastos en infraestructura. En consecuencia, los precios de los commodities pueden mejorar. Asimismo, el acuerdo de la OPEP de reducir la producción de crudo ayuda a una potencial alza de los commodities. En este contexto, para nuestro país significa mejoras en términos de intercambio.